El pasado año se movieron entre las Islas en avión 6,7 millones de pasajeros. De ellos, 5,1 millones (76,6 %) lo hicieron en Binter y 1,5 millones (23,3 %) eligieron Islas Airways, según datos de AENA Aeropuertos. El negocio es goloso y, a juicio de la responsable del Área de Transporte en la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ofelia Betancor, suficiente hasta para "cuatro compañías". De las poco más de 20 rutas nacionales con más de medio millón de pasajeros anuales, cuatro se sitúan en el Archipiélago.

¿Por qué entonces no arriban a las Islas más compañías aéreas? Según Betancor, también profesora titular del Departamento de Economía Aplicada en la ULPGC, "la declaración de servicio público está distorsionando la competencia". Es decir, el hecho de que en el mercado interinsular estén regulados las frecuencias y las precios máximos, ahuyenta a las empresas.

El monopolio se produce solo en tres rutas, las que unen los dos aeropuertos tinerfeños con La Gomera y en la que conduce de Gran Canaria a Tenerife Sur. En términos globales, el mercado puede definirse como un duopolio desigual.

La posible desaparición de Islas Airways no contenta a Binter, según fuentes cercanas a la compañía líder. Por dos cuestiones: tener una competencia sin gran peso les garantiza cubrir los pequeños desajustes que puedan tener y, además, se considera que la imagen de monopolio no es positiva.

A juicio de la profesora Betancor, para quienes es seguro que no representaría ninguna ventaja es para los clientes. "Lo que nadie puede negar es que, cuando apareció Islas Airways, Binter tuvo que bajar los precios de sus billetes", señaló la integrante de Fedea.