El número de personas que perdió su empleo hace más de un año se ha incrementado en más de 100.000 (107.400) sumando un total de 2.492.800 parados de larga duración, según el último dato extraído de los datos de la EPA del segundo trimestre del año. La destrucción de empleo a la que se ha visto sometida nuestro país desde el comienzo de la recesión económica ha propiciado que para estas personas la vuelta al mercado laboral se plantee con una dificultad añadida y desmotivación en muchos de los casos. Adecco ha detectado un fenómeno que empieza a extenderse con especial intensidad entre los parados de larga duración: 'El Efecto Champán'. Este efecto define cómo los candidatos que pierden su empleo inician la búsqueda con mucha energía e ilusión para, poco a poco, ir perdiendo la fuerza en el proceso. Para evitar ser contagiados por dicho efecto, los candidatos deben tener una actitud positiva, cuidar su marca personal y planificar retos diariamente.

Conocerse y autoevaluarse

Los parados de larga duración deben realizar un trabajo previo de autoanálisis y autoevaluación que ponga de manifiesto nuestras competencias y habilidades, conocimientos adquiridos y capacidades que conforman nuestro perfil profesional. Es esencial analizar nuestro perfil como trabajadores, evaluando nuestras debilidades y fortalezas, así como saber adaptarnos a las necesidades del mercado laboral, reinventándonos si fuera necesario. Buscar trabajo debe plantearse como un trabajo en sí, no como una opción, sino como una obligación con la que debemos cumplir.

La marca personal

Para cuidar nuestra imagen tendremos que dirigir nuestro currículo a aquellas ofertas que, de forma objetiva, cumplen con nuestro perfil. Si contamos con asesoramiento de un profesional, éste nos ayudará a incluir los datos correctos en nuestro currículo, nos dará consejo sobre las oportunidades del mercado, las zonas geográficas en las que nuestro sector está más presente y las organizaciones con mayor demanda, en la actualidad. Cuando las oportunidades del mercado no se ajustan a nuestra formación debemos reciclarnos o reinventarnos para acceder a otras ofertas donde podamos tener éxito, dedicando tiempo a la formación para lograr una mayor especialización. Los candidatos más proactivos investigan sobre los sectores más demandados, valoran qué les falta, cual es la ventaja añadida y que investigación/ coste supondrá reinventarse.

Planificación de acciones

Es imprescindible dedicar un tiempo diario a la búsqueda de empleo de forma organizada, realizar una planificación estratégica basándose en zonas, sectores o época del año en función del empleo que vamos a buscar. Podemos fijar un calendario semanal, estableciendo tareas día a día. Tan importante como establecer una planificación y fijar unos objetivos será realizar un seguimiento de los mismos ya que ello ayudará a disminuir la sensación de ansiedad y a comprobar si nuestras acciones van en la vía correcta o nos estamos dejando llevar por las circunstancias. El seguimiento de nuestro plan de búsqueda de empleo deberá incluir una clasificación de las ofertas a las que nos hemos inscrito, las empresas a las que hemos entregado el currículum y su evolución, anotando los comentarios que nos han podido hacer en las diferentes empresas (picos de volumen de trabajo, sustituciones en vacaciones, etc.) ya que esto nos ayudará a reprogramar posteriores contactos.

Mantener una actitud positiva

A lo largo de todo el proceso de búsqueda de empleo es importante tratar de mantener una actitud positiva, aunque en muchas ocasiones aparecerá la desmotivación. Eliminar el discurso pesimista hará que aumenten las posibilidades de encontrar un empleo. No sólo importa la formación y experiencia de un candidato, los responsables de selección valoran la actitud de un candidato y un candidato optimista transmite más resolución y eficiencia que uno que muestre desmotivación.