El consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez-Lozano, ha pedido a los sindicatos que se sienten a negociar el plan de reestructuración anunciado hoy, que prevé un recorte de 4.500 empleos, para salvar la aerolínea.

El directivo ha explicado, en declaraciones a Efe, que lo que se intenta con el plan es asegurar y darle un futuro a la compañía, que en estos momentos afronta muchos problemas, "porque no es rentable y tiene una gran dificultad para ser viable".

Por ello, es importante que "entre todos, trabajemos para que Iberia pueda solucionarse", ha insistido.

El objetivo final del plan de transformación presentado hoy es conseguir cambiar la aerolínea "para darle un futuro y para eso vamos a negociar con la mayor flexibilidad y también con la mayor urgencia posible, porque en este momento es urgente que salvemos Iberia", ha resaltado.

Ese futuro es necesario "para que intentemos conservar la mayor parte de los empleos" de la compañía y no sólo por Iberia, sino para salvar también lo que representa en cuanto a la conectividad de las empresas españolas con Latinoamérica y Europa, y por su importancia en el sector del turismo en España, la principal industria del país, ha añadido.

Aunque el plan de reestructuración "va a obligar a muchos sacrificios para todos", según ha reconocido, se ha mostrado seguro de que va a permitir a la aerolínea tener una viabilidad futura y volver a ser rentable, "como hemos sido en el pasado y que hoy hemos perdido y es la situación que tenemos en este momento".