La aerolínea española Iberia, con 85 años de experiencia en el sector, es la compañía líder en transporte aéreo en España y una de las principales en Europa. Su posición como compañía bandera no le ha supuesto avanzar siempre por un camino de rosas. De hecho, la reducción de plantilla anunciada ayer no es la primera reestructuración que pone en marcha la empresa. Las Islas han sido testigo de ello.

En algo más de tres décadas los aeropuertos del Archipiélago han conocido los tiempos de auge de la aerolínea pero también lo de las crisis. Si en los años 80 se contabilizaban en los aeropuertos de las Islas 4.640 trabajadores hoy no llegan al millar. El 80% de la plantilla fue trasladada, despedida, subrogada o no renovada. Sólo en las dos islas capitalinas la compañía contaba con aproximadamente 1.800 empleados en cada una de ellas, hoy son 494 entre los aeródromos de Tenerife y 438 en el de Gran Canaria. El 90% corresponde a los que en la empresa se denomina "trabajadores de tierra": handling y mantenimiento.

En las Islas el panorama cambió en cuanto el mercado se abrió e Iberia dejó de operar de forma monopolística en el Archipiélago. En España e internacionalmente las modificaciones normativas ayudaron a su despegue: en 1996 el Gobierno español aprobó un plan de privatizaciones de grandes compañías públicas. Iberia quedó incluida entre las que requerían un proceso de consolidación para garantizar su futuro, como paso previo a su privatización. La reordenación de la aérea se acometió mediante un plan estratégico para 1997-1999 con los objetivos de reducir costes, integrar las filiales y diseñar un modelo de gestión que condujera a la creación de un grupo empresarial.

Desde el 1 de septiembre de 1999, Iberia es miembro de pleno derecho de Oneworld, una de las mayores alianzas de líneas aéreas del mundo formada por nueve compañías aéreas que comparten servicios. Y en 2010 conforma el grupo IAG tras la fusión con otra compañía de bandera, British Airways.