El paro en el transporte público de pasajeros marcó el desarrollo de la jornada de huelga general en Gran Canaria. Desde el impacto que tuvo en el tráfico de la capital y en sus usuarios habituales hasta los efectos colaterales que provocó en el aeropuerto, donde muchos turistas recién llegados a la Isla se vieron sorprendidos con la falta de servicios para trasladarse al Sur. El descenso en el número de vehículos que circularon ayer por las vías grancanarias, la ausencia de un gran número de alumnos en los colegios e institutos y el respeto que le alabaron a los huelguistas tanto la Delegación del Gobierno como los empresarios fueron los rasgos más destacados de un paro que, en el caso de las guaguas, sí levantó voces de protesta desde la patronal.

Los piquetes informativos se dejaron notar desde la madrugada, en Mercalaspalmas, o a primera hora de la mañana, en la administración, los mercados, el Puerto o los centros comerciales, sin que las autoridades dieran cuenta de incidentes. Algunos comerciantes de la zona Triana se lamentaron de que "a día de hoy, con la tecnología que hay, los piquetes ya no son informativos, sino coercitivos". En esta parte de la capital grancanaria la asociación de pymes había distribuido la noche anterior una circular por la que recomendaba colocar grasa sólida o vaselina en las cerraduras de las tiendas, para evitar el sabotaje de la silicona. José Rexachs, presidente de Zona Triana, indicó ayer que no había tenido constancia de este tipo de sucesos al comenzar el día. Algún establecimiento en el entorno de la Calle Mayor, sin embargo, sí sufrió este bloqueo de sus puertas.

Rexachs resaltó la "normalidad y el respeto" de los manifestantes que a las 11.00 horas se concentraron en la plaza de las Ranas y luego atravesaron Triana camino de la Delegación del Gobierno. A su paso los comercios estaban cerrados, pero una vez que la marcha pasó de largo abrieron.

Piquetes

Antes, los piquetes protagonizaron acciones simbólicas de protesta en algunas entidades financieras, provocando largas colas para hacer ingresos de un céntimo. También se dejaron notar en la entrada y salida de mercancías del Puerto, pero sin enfrentamientos destacables. La Delegación del Gobierno cifró el paro en el Puerto de La Luz en un 45 %. Sus 525 estibadores secundaron la huelga convocada contra las políticas de austeridad y los recortes, y también para denunciar la "mala gestión de la entidad". El coordinador del colectivo, Manuel Rodríguez, se quejó de que hoy se sufre "una merma de actividad importante", y apuntó que los niveles de carga y descarga se han retraído a los números de 2002. Rodríguez definió la situación como "alarmante y crítica" y cargó contra el actual presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, al que acusó de "abandonar a los principales clientes" del Puerto.

Los estibadores, que estuvieron custodiados por un amplio despliegue policial, fueron protagonistas, también participando en una protesta en la plaza Belén María en apoyo a las movilizaciones, junto a los bomberos y trabajadores de Guaguas Municipales.

Los servicios mínimos en la compañía de transporte público de la capital grancanaria comenzaron con algo de retraso sobre el horario previsto, a las 6.40 de la mañana (su inicio se había contemplado a las 6.00). Luego se prolongaron según lo anunciado: hasta las 9.00 horas, por la mañana, y entre las 18.00 y las 21.00 horas por la tarde. En total, estaban operativos 42 vehículos y 28 líneas. La totalidad de los conductores de la compañía, 525, secundaron la convocatoria. Salvo los destinados a cubrir los mínimos establecidos por la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias. Esto es, un 25 % de los servicios normales en hora punta. La compañía de transporte interurbano Global también registró un paro total que afectó a toda la Isla.

Precisamente, esos servicios mínimos para la jornada provocaron airadas reacciones de protesta desde las patronales. Así, la Confederación Canaria de Empresarios denunció que desde la administración "no se haya respetado el derecho constitucional al trabajo y a la libre circulación de personas, que ha sufrido graves impedimentos" y que "no se han garantizado los derechos de todos los ciudadanos".

La Confederación, en un comunicado, subrayó que "en la historia de la Democracia no se habían establecido unos servicios mínimos para el transporte público tan lesivos, dado que únicamente han cubierto seis horas del día, dejando a los pasajeros durante 18 horas sin garantías de movilidad".

No sólo a los usuarios habituales. El vicepresidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas, Tom Smulders, manifestó ayer que la escasa dotación de Global "nos ha cogido por sorpresa" y aludió a las consecuencias provocadas en el aeropuerto de Gran Canaria. Allí, muchos turistas recién aterrizados en la Isla sufrieron la falta de líneas, ya fuera al Norte o al Sur, lo que originó colas en el exterior del recinto aeroportuario de Gando, y el sobreesfuerzo de taxistas y conductores del transporte discrecional (las guaguas contratadas por los turoperadores), que pasaron a considerar como prioritarios los traslados a Maspalomas o Mogán, por encima de las excursiones previamente programadas.

Smulders se lamentó de que "muchos turistas, que también son trabajadores, hayan tenido que verse en la necesidad de coger un taxi".

El portavoz de la patronal hotelera expresó su "gratitud" a taxistas y guagüeros, pero también a los huelguistas y manifestantes que se hicieron notar en el Sur de la Isla, porque "demostraron un gran respeto a los turistas y los establecimientos. Han dado un ejemplo", subrayó. La patronal aludió al escaso seguimiento, principalmente en los pequeños complejos alojativos. Si bien los empleados de los grandes hoteles protagonizaron paros parciales o protestas de apoyo a la huelga.

UGT dio unas cifras más amplias de seguimiento en el Sur: un 70 %. Los proveedores de los establecimientos turísticos apenas operaron ayer, algo de lo que ya habían avisado con días de antelación a sus responsables.

La zona de Meloneras también fue testigo de una marcha que concentró a un gran número de automóviles, y que recorrió las principales áreas turísticas en Gran Canaria por la mañana, tomó la autovía hacia la capital -con paradas en Vecindario o Telde- y acabó en la gran manifestación de la tarde.

En Las Palmas de Gran Canaria lo destacable, en cambio, fue el descenso del tráfico, entre el 50 y el 60 %, según confirmaron fuentes municipales, y que dejó constancia del impacto del paro en la ciudad. Unida a la falta de las guaguas habituales, la bajada de la circulación fue uno de los rasgos distintivos de la jornada. Eso sí, hubo un par de retenciones destacables durante la mañana: en Belén María y frente al Cabildo, consecuencia de las protestas de los huelguistas.

En el aeropuerto de Gran Canaria apenas se produjeron ocho cancelaciones en los vuelos (cuatro en las llegadas y cuatro en las salidas). En total, se habían programado 235, de los que 80 correspondían a la compañía Binter. Los servicios mínimos respetaban el 50 % de las conexiones interinsulares, en un día en el que la ocupación de los aviones se redujo, en muchos casos, a la mitad del pasaje.

Ocurrió algo similar en las líneas de Fred. Olsen y Naviera Armas, ya que una gran cantidad de usuarios adelantaron o retrasaron su travesía para no desplazarse en el día de la huelga. Los servicios mínimos garantizaban, al menos, un buque por trayecto.

En Mercalaspalmas, en la franja entre las 5.00 y las 7.00 horas, la afluencia de vendedores fue de un 45 % ,y de compradores, de un 35 %, según la Confederación Canaria de Empresarios, y después de que el martes se hiciera acopio de mercancías. En cuanto a los mercados municipales de la capital, el de Vegueta tuvo el 70 % de los puestos abiertos; el del Puerto, el 40 %; el Central, el 100 %; y el de Altavista, el 75 %. La afluencia de público fue escasa.

En lo que afecta a los colegios, los datos divulgados ayer por Gobierno de Canarias y sindicatos fueron de carácter regional. La administración cifró el paro en el 33 % y los sindicatos en el 55 %, en lo relativo a los docentes. Según las organizaciones que convocaron el 14N, el 90 % de los alumnos no fue a clase ayer en Canarias. En la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria el paro fue del 20 %, según los datos del Ejecutivo.

En Sanidad, el Gobierno canario también comunicó un bajo seguimiento de la huelga en Gran Canaria: un 17 %, con un total de 736 trabajadores que no acudieron a su puesto de trabajo.

El Ayuntamiento de la capital grancanaria cerró la jornada con un 18 % de participación, según informó el consistorio. Los sindicatos destacaron ayer que los servicios municipales de limpieza, en general, habían secundado la convocatoria en un 90 %. En el Cabildo, hubo guerra de cifras: el 50 % de paro, según colectivos sindicales, un 20 %, según la corporación.

El secretario general de UGT, Gustavo Santana, anunció ayer la presentación de denuncias de tutela sindical ante ayuntamientos en Gran Canaria "que han demostrado una conducta irregular, preguntando a sus trabajadores el día anterior si iban o no a acudir a su puesto de trabajo". Entre esos consistorios citó los de Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana y Telde.

Los que no pararon fueron la Unión Deportiva Las Palmas y el Club Baloncesto Gran Canaria. Los jugadores de ambas entidades cumplieron con su habitual programa de entrenamientos. En el caso de la UD, hubo incluso una presencia de espectadores mayor que la habitual.

En los comercios, la Confederación Canaria de Empresarios consideró prácticamente nulo el seguimiento del paro... mientras no hubiera manifestación cerca. Los bares y otros establecimientos cerraron al paso de las marchas, para tranquilidad de sus dueños.