Los empresarios agrícolas recurrirán en casación la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que les obliga a devolver 11,8 millones de euros por ayudas que, según dicho fallo, cobraron de más en el transporte de tomate y pepino a Europa durante el ejercicio 2002-2003. El portavoz de la Federación de Exportadores Hortofrutícolas de Las Palmas (Fedex), Roberto Góiriz, calificó la decisión de la Sala de lo Contencioso Administrativo como "un nuevo y definitivo varapalo para el sector de exportación agrícola de Canarias".

En la Fedex, la decisión del TSJC ha caído como una bomba. Esperaban que la instancia superior de la Justicia canaria diera marcha atrás a la decisión de la Delegación del Gobierno, organismo que inició el proceso sancionador. La representación de la Administración central en las Islas tomó la iniciativa por entender que los empresarios canarios estaban inflando los costes del transporte para recibir más ayudas de las que en realidad les correspondían. "Lamentablemente, ni la Administración en su momento ni el TSJC ahora han entendido las peculiaridades del transporte marítimo de nuestros productos a Europa", expresó Góiriz.

El portavoz de la Fedex confirmó que transportar las mercancías del campo canario hasta los puertos del continente tiene unos costes "muy altos, infinita y dolosamente más altos" de los que generarían los envíos "en contenedores". El problema, según Roberto Góiriz, es que desde las Islas no puede hacerse de este modo "porque no hay, ni nunca ha habido, líneas marítimas regulares de contenedores ni capacidad de carga suficiente" como para crearlas. "Llevamos años intentándolo y hablando con todas las navieras y no ha sido posible", explicó el portavoz del sector hortofrutícola en Las Palmas.

Al no encontrar esos portacontenedores con capacidad suficiente para dar salida a la zafra, los empresarios canarios fletan por sus propios medios los buques frigoríficos, lo que en palabras de Góiriz "cuesta una millonada". Al incremento de los costes contribuye el que los barcos no puedan esperar en los puertos de destino por cargas que hagan rentable su camino de regreso. "Vuelven vacíos para poder cumplir la rotación semanal", expuso el portavoz de Fedex.

Los empresarios mostraron su respeto por la decisión del TSJC, pero no la comparten y preparan ya el recurso ante el Supremo.