El Banco de España está estudiando la posibilidad de penalizar a las entidades que superen un volumen elevado de reclamaciones o quejas, dentro de un paquete de medidas para mejorar la transparencia en el trato con los clientes.

La propuesta consistiría en exigir a los bancos un depósito, que podrían llegar a perder si supera un cierto límite en el volumen de reclamaciones.

Así lo puso de manifiesto el secretario general del Banco de España, Francisco Javier Priego Pérez, durante su comparecencia a puerta cerrada en la Subcomisión de Transparencia de Productos Financieros e Hipotecarios del Congreso el pasado 7 de noviembre, según consta en las actas de la reunión a las que ha tenido acceso Efe.

Durante su intervención, Priego hizo referencia a las principales "insuficiencias" que a juicio del Banco de España siguen subsistiendo en materia de transparencia.

En este sentido, aseguró que hace falta formar más a los empleados de las entidades para que sean capaces de explicar a los clientes todas las características y riesgos de los productos que venden.

En cuanto a las "insuficiencias" en relación con los productos financieros complejos, explicó que no existe una limitación legal para su comercialización, por lo que el Banco de España propone hacer una ficha resumen, "un auténtico prospecto del producto" en el que pueda resumir "fácilmente" y "comprensiblemente" sus características.

"Aquí hay una idea que nos ha transmitido el Defensor del Puebl o y que nos parece muy interesante, que es que en esa ficha o en la información que existe actualmente pudiera incluirse también algún símbolo fácilmente comprensible y captable por el cliente, que le permitiera al menos comprender cuál es el grado de riesgo asociado al mismo", señaló.

El Defensor del Pueblo sugirió el sistema de los semáforos, con el que se puede hacer una escala de tres colores (rojo, amarillo o ámbar, y verde) de manera que el cliente pudiera asociar "rojo" con un producto de riesgo.

El ámbar y el verde serían para productos sin riesgo aparente, explicó Priego, quien añadió que al Banco de España le parece "una idea que podía ser útil".

Además, el Banco de España aboga por incluir como otra medida una posible previsión en la normativa de un periodo de reflexión entre la oferta del producto y su suscripción.

"Quizás en algunos productos de inversión bancaria podía hacerse o preverse un periodo de reflexión, o también un periodo de desistimiento durante el cual se pudiera cancelar el producto sin ninguna penalización", matizó.

Finalmente y como medidas "más atrevidas", y ya que los informes del Servicio de Reclamaciones del Banco de España no tienen carácter vinculante, quizá se podría obligar a las entidades a que hagan un depósito previo en el organismo que se perdería si traspasaran cierto volumen proporcional de reclamaciones desfavorables.

Por último, el Banco de España propone que se facilite la implantación de un sistema de resolución de conflictos vinculante, pero que tendría que pasar por una adhesión voluntaria de las entidades.