El precio de la vivienda en Canarias cayó un 15% en el tercer trimestre de 2012 respecto al mismo periodo del año pasado. Se trata, además, del mayor desplome registrado desde el inicio de la crisis en 2007. La bajada del valor de las casas no ha cesado sobre todo desde el cuarto trimestre del año 2008. También en España la tasa anual del Índice de Precios de Vivienda (IPV) de julio a septiembre retrocede un 15,2%.

La disminución del importe de los pisos en el Archipiélago se ha acentuado prácticamente por igual en el caso de las viviendas nuevas y las de segunda mano. Aquellas sin estrenar han registrado una merma en sus precios del 14,2% en el tercer trimestre de este año, mientras el de las usadas se ha desmoronado en un 15,2%.

"La crisis es lo suficientemente pronunciada, tanto en el tiempo como en la crudeza, para que los precios se hayan desplomado", alega el presidente de la Asociación Empresarial Canaria de Gestores Inmobiliarios, Rafael Tarajano.

El precio de la vivienda libre en Canarias se derrumbó a los 1.323 euros por metro cuadrado en el tercer trimestre de 2012, lo que representa un descenso del 27% en relación a 2007 e igualmente constituye el mayor declive anotado desde ese año, según datos del Ministerio de Fomento.

Para Tarajano, los precios deben tender a estabilizarse, ahora bien hay indicadores fundamentales para revertir la situación. Entre estos destacó la necesidad de rebajar el alto índice del paro, del 33,6%; que la banca abra el grifo de la financiación, así como "recuperar la confianza de inversores particulares que compran su vivienda y de los grandes inversores, que necesitan que el mercado transmita expectativas para que sea apetecible", planteó.

A su juicio, "ya estamos prácticamente al final del ciclo bajista, pero en este final estaremos mucho tiempo". Añadió que el contexto isleño es "un poco peor que el del resto del país, fundamentalmente porque el paro es mayor y las rentas son inferiores a la media nacional". Es más, el paro juvenil, superior al 50% en el Archipiélago, agrava la posibilidad de que este colectivo, los candidatos ideales para comprar su primer piso, pueda acceder a estas operaciones.