El intenso proceso de concentración que está viviendo la banca española, donde no se espera que sobrevivan más de diez entidades, ha llevado al Santander a tomar una medida drástica para ganar cuota de mercado, sacrificar la marca que atesoraba con más mimo, Banesto.

Durante años el Santander ha estado defendiendo públicamente que la competencia entre entidades del mismo grupo era sana y le permitía crecer en cuota de mercado. "Banesto ni se vende ni se achica", defendía el presidente del Santander, Emilio Botín. Eso era hasta ayer. El Santander anunció a primera hora de la mañana la absorción de sus filiales Banesto y Banif y la unificación de sus marcas comerciales en España.

La operación supone el cierre de 700 oficinas de la red del grupo y un recorte de personal mediante medidas "no traumáticas". En Canarias el grupo cuenta con 151 oficinas del Santander, 43 de Banesto -18 en la provincia de Tenerife y 25 en Las Palmas- y dos de Banif.

La desaparición de Banesto pone fin a una enseña financiera con 110 años de historia. La operación incluye una oferta de canje a los accionistas de Banesto que conlleva una prima del 24,9% respecto a la cotización del pasado viernes. Los títulos de Banesto subieron ayer un 18,43% en Bolsa.

La decisión ha sido interpretada por inversores y analistas como un paso lógico en el contexto de la reordenación del sector financiero español. Cuando el negocio estuvo dividido entre cerca de cincuenta entidades, operar con dos marcas generalistas permitía al Santander competir en condiciones favorables y ganar cuota de mercado. Camino de un escenario en el que el negocio del crédito se lo repartirá una decena de corporaciones, resulta más operativo agruparse en una marca y darle más musculatura, indicaron fuentes del sector. La concentración de los depósitos y del conjunto de los negocios del Santander, Banesto y Banif, así como el ajuste de oficinas y personal, generarán una rebaja de costes que el grupo ha cifrado en 420 millones de euros y un aumento de ingresos de 100 millones.

La mayor parte del ahorro, 237 millones, será en costes de personal, según informó el Santander. Banesto tiene una plantilla de unas 8.000 personas y cerca de 1.700 oficinas en toda España. Por su parte, Banif, especializada en banca privada (grandes patrimonios), tiene 52 oficinas y 550 empleados.

La operación supondrá un recorte "progresivo" de plantilla principalmente mediante bajas incentivadas y traslados a otros centros de trabajo de la corporación, sea dentro o fuera de España.

Para la absorción, el grupo pagará a los demás accionistas en títulos del Santander: por cada acción de Banesto (con un valor nominal de 0,79 euros), el inversor recibirá 0,633 del Santander (con un valor nominal de 0,5 euros). La oferta es un 25% superior al valor que los títulos de Banesto tenían en Bolsa el pasado viernes y está un 45% por encima de la cotización de los últimos seis meses.