El tomate canario pierde terreno en sus mercados tradicionales en el exterior, el Reino Unido y los Países Bajos, debido a la reducción de las cosechas y la competencia con Marruecos. Sin embargo, los tomateros han aprovechado las últimas campañas publicitarias para ganar terreno en Suecia y asentarse en un mercado estratégico como el escandinavo. El plátano, en cambio, no ha podido sellar con éxito sus últimos intentos de comercialización en Alemania, en dónde ambos sectores tienen un papel protagonista en una nueva edición de la Fruit Logística 2013. El Archipiélago trata de compensar en la principal muestra internacional de productos frescos, que se celebra en Berlín, el recorte de fondos para la distribución exterior de sus mercancías.

Según los estudios del Gobierno regional, el sector tomatero ha venido pagando en los últimos años las adversas condiciones meteorológicas, (vientos fuertes o el frío). Además, en una década ha pasado de las 3.200 a las 1.200 hectáreas de superficie cultivable en las Islas, mientras que Marruecos se ha beneficiado de los acuerdos pactados con la Unión Europea para la entrada de su producción. Así, las exportaciones canarias, cifradas en los 95,5 millones de euros en 2008 ya quedaron reducidas a los 51 millones en 2011.

Roberto Góiriz, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Las Palmas (Asaja), confirmaba ayer que 2012 se cerró con una producción similar. Góiriz se lamentó de los "reiterados incumplimientos" de Marruecos en cuanto a los cupos y precios que se le asignan para la comercializaciónde su tomate dentro de la Unión, algo que también denunciaba esta misma semana el eurodiputado del Partido Popular Gabriel Mato, ponente del recién aprobado Programa de Opciones Específicas por la Lejanía y la Insularidad (Posei). La norma incluye, como novedad importante a la que se aferran los agricultores isleños, la evaluación del impacto que puedan tener en la regiones ultraperiféricas como Canarias los acuerdos alcanzados con terceros países.

Nuevos mercados

Lo cierto es que el tomate canario ha reducido en más de un 50% el valor de sus envíos a los puertos de Southampton, en el Reino Unido, y Rotterdam, en Holanda. Sin embargo, el sector se ha esforzado en los últimos años por ganar espacio en nuevos mercados centroeropeos, los países del Este y, especialmente, Escandinavía. En este último destino se han emprendido importantes campañas desde principios de siglo. La penúltima, en 2011, realizada a través de ICA, el mayor distribuidor de alimentación en Suecia, y Ewerman, uno de los más potentes importadores de frutas de toda el área.

La facturación de tomate del Archipiélago en el mercado sueco ya se ha incrementado en un 63% desde el año 2004, según los datos que maneja la Consejería de Agricultura del Gobierno regional. Una última campaña, para 2012 y 2013, está ahora en peligro. La entidad estatal ICEX (España Exportación e Inversiones) ha anunciado que dejará en 40.000 euros una aportación que inicialmente se había fijado en los 80.000. Pese a que organismos como Proexca o los propios productores ya aportan 70.000 euros a la iniciativa, esta se considera inviable si se aplica el recorte.

En este contexto, el Gobierno regional ha anunciado que retomará el plan estratégico del tomate que se aprobó en 2009, para "ponerlo al día manteniendo los objetivos fijados": lograr una concentración de la oferta, mejorar la promoción de la imagen del producto y el aumento del apoyo público. El presidente del Ejecutivo, Paulino Rivero, declaró ayer en Berlín, punto al que llevan asistiendo los productores canarios desde hace dos décadas, que "el sector primario tiene espacio para crecer" en las Islas, y reiteró su compromiso de exigir al Estado que subvencione el 100% del transporte de mercancías hasta Cádiz.

La Península, precisamente, acapara el 90% de la producción isleña de plátano, que tiene el 65% de la cuota de mercado en la piel de toro. La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) cerró 2012 con 371.400 toneladas comercializadas, un 7,2% más que en el año anterior, si bien la facturación (300 millones de euros) cayó un 9%. Los plataneros intentaron en el último ejercicio introducirse en un destino complicado, como el alemán, en los mercados municipales de Berlín y Colonia, y a través de los establecimientos Karstadt y Kaufhof y la cadena Kaiser's Tengelmann. Pero problemas de logística, transporte y maduración frustraron la iniciativa. Además, el ICEX retiró los 50.000 euros de la ayuda prevista.

Santiago Rodríguez, presidente de Asprocan, admitía ayer que "lo tenemos difícil" para buscar un hueco en Alemania, en dónde el público "está acostumbrado al aspecto de la banana y no conoce nuestro producto". Rodríguez añadió que "no renunciamos al mercado alemán, pero tenemos analizar los fallos que hemos podido cometer para volver a intentarlo". Será más adelante. El portavoz de los plataneros apunta que "no podemos vender ahí grandes cantidades, porque no podemos desabastecer al mercado Peninsular, que es nuestra gran prioridad".

Además, tampoco se cuentan con más ayudas del Estado, "porque en el ICEX lo que te dicen es que no hay dinero", confirma Rodríguez. Más estable para el sector es el mercado local: "el canario es un gran consumidor", asegura el presidente de Asprocan, para aludir a un público al que se destina casi el 10% de lo producido. De lo que advierten los propios agricultores, en comparación al plátano y el tomate, es de la mejoría de la exportación de pepinos este año.

El presidente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan), Santiago Rodríguez, calificaba ayer "vital" la utilización del símbolo gráfico de las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea (RUP) en el plátano que se exporta desde las Islas. Rodríguez destacó que con este sello se consigue "un reconocimiento de la calidad del producto" frente a sus competidores: las bananas que se importan desde los países extracomunitarios. El plátano canario se distingue así en las estanterías de los comercios de otros estados miembros, justo lo que persigue el tomate. El sector está en pleno proceso de implementación de lo que se denomina Indicación Geográfica Protegida (IGP). Esto es, la marca de producto ultraperiférico de la Unión, sujeto a todas sus exigencias y requisitos de calidad. El uso de estos rasgos distintivos en los artículos de alimentación se consideran, por parte de los propios productores, como un elemento clave a la hora de que el consumidor se familiarice y confíe en lo que se le vende. Los principales productos agrícolas canarios avanzan en este sentido. A. O.