La Confederación de Empresarios calcula que éste será el último año de la crisis en Canarias pese a que el producto interior bruto seguirá cayendo y se alcanzará los 400.000 parados en el primer semestre.

El análisis de perspectivas presentado ayer por la CEOE de Tenerife prevé que la economía empezará a detener su deterioro en el segundo semestre, si bien la recuperación no será inmediata ni habrá "un rebote tremendo" ni en el crecimiento ni en la creación de empleo, señaló el presidente de la patronal, José Carlos Francisco.

De hecho, según las estimaciones empresariales, el mercado de trabajo se seguirá deteriorando, de manera que los 360.000 parados estimados actualmente por la Encuesta de Población Activa pueden llegar a ser 400.000 en el primer semestre para bajar hasta 390.000 a final de año, aproximadamente el 34% de la población activa.

Las previsiones de los empresarios tinerfeños es que la población activa continúe creciendo durante 2013 a un ritmo de un 1% "considerable, aunque inferior al actual", señala el informe de coyuntura que también subraya que aproximadamente 11.000 personas más se incorporarán al mercado de trabajo.

En cuanto a 2012, los empresarios calculan que la economía canaria cayó un 0,9%, lo mismo que se espera para 2013, y aunque es un comportamiento negativo es mejor que la caída del 1,4% del conjunto de España.

El año pasado se contrajo el número de personas con trabajo en las Islas de 764.000 a 749.000. Por sectores, la ocupación en la industria y la agricultura se mantuvo estable, mientras que cayó un 4% el número de empleados en la construcción y un 3% en los servicios, arrastrados por los ajustes y el cierre de comercios.

En cuanto al turismo, se registraron 36.000 turistas extranjeros menos, aunque subió el gasto medio en torno a un 5% y también la estancia media.

Las exportaciones aumentaron en 2012 y el endeudamiento de empresas y familias canarias se redujo en 1.000 millones de euros, equivalente a un descenso del 7% en relación a 2011.

Francisco señaló, en rueda de prensa recogida por Efe, que se anticipa un primer semestre aún malo económicamente porque el crédito sigue sin fluir, aunque puede empezar a funcionar a partir de mitad de año al estar casi culminada la reestructuración del sistema financiero. También consideró que a partir de las elecciones alemanas en otoño, Europa podría decidir algún plan de dinamización económica que ayudara a la recuperación.

Las malas perspectivas alcanzan también a la principal industria del Archipiélago. Para la patronal tinerfeña este año la recesión en Europa y la profunda crisis que vive el mercado nacional harán imposible que se vuelvan a repetir las excelentes cifras en llegada de turistas de 2012 y 2011.

Según sus cálculos, los turistas extranjeros experimentarán una reducción del 1,5%, unos 150.000 menos que en el año pasado, con lo que se cerrará el año un poco por debajo de los diez millones. En cuanto al turismo nacional, su evolución será aún más negativa , con una caída en torno al 15%, similar a la del 2012, lo que supondrá unos 225.000 turistas nacionales menos.