¿Cómo es la sanidad en España?

Para empezar a hablar, hay 17 sanidades distintas, no se ha conseguido que todas las comunidades autónomas tengan la misma prestación sanitaria. Y dentro de esta autonomía hay dos sanidades distintas: la de Gran Canaria y la de Tenerife.

¿En qué se diferencian esta dos?

Usted quiere que me meta en líos.

Ha sido usted el que ha apuntado las diferencias.

(Risas) En Tenerife se empezó desde muy alto, desde el Hospital Universitario de Canarias, que era la única facultad de Medicina que había en el Archipiélago. El Cabildo de Tenerife puso todo su potencial económico y político en él.

¿En la medicina privada hay diferencias entre las dos islas?

También. Hay mayor dotación económica para Tenerife.

Póngame un ejemplo.

Nosotros tenemos un concierto firmado con el Servicio Canario de Salud para nuestra clínica del Sur. Lo hemos tenido que recurrir porque nos lo han cambiado de forma drástica. Los pacientes no nos llegan, han volado. No se puede hacer recaer sobre la población el efecto de la crisis. Se nos obliga a ir reduciendo y el extremo sería tener que cerrar. Me consta que la orden de frenar el envío de pacientes a la sanidad privada es regional, pero no se aplica a Tenerife. En la clínica de Meloneras tenemos 300 empleados directos; indirectos, ni le cuento.

Me habla de esa clínica en concreto, ¿es mejor la situación en el resto?

En general, el recorte es drástico. En la clínica de la que le hablaba, hemos pasado de prestar el 70% del servicio sanitario de la comarca, a menos del 40%. Estamos denunciando el concierto, no se ha desarrollado el concurso y para más inri ahora tampoco nos llegan las urgencias. Desde el ambulatorio mandan los pacientes para la capital, no es lógico teniendo ese hospital desviar a un paciente tantos kilómetros. Al no enviárnoslos, la calidad se resiente y las listas de espera están aumentando de forma desaforada. El otro día decían en el Parlamento de Canarias que se han cerrado las listas de espera. Dicen ya le llamaremos, pero no se les pone en la lista. Si eso es cierto, por un lado perdemos el apoyo de la concertación, que es más económica, y por otro, la asistencia a la población se está resintiendo. No entro en la actividad de los hospitales públicos, que lo cierto es que funcionan muy bien de puertas adentro. El problema es el acceso.

¿Sanidad pública o privada?

Sanidad y punto, el resto son cuestiones de percepción.

¿Le viene bien que se privatice?

Cuando se habla de sanidad privada, con la idea de la privatización, es como si realmente fuéramos a aprovecharnos económicamente de ello. La sanidad tiene unos márgenes muy cortos, es cara, desde los equipamientos a los desechables. Además, parece que se presupone que vamos a tener peor actuación que en la pública. Yo soy médico y empresario. He estado 25 años en la sanidad pública, he sido jefe de servicio del Hospital Insular; creo que mi libra de carne la he dado. He trabajado con toda la honestidad y he hecho todo lo que había que hacer. Cuando he decidido esta otra opción, he seguido haciendo la misma sanidad que en la pública. Privada o pública los que hacen la sanidad son los médicos y los sanitarios. Y no hay que perder de vista que lo verdaderamente importante es el paciente. Desde ese punto de vista da igual quién provea el servicio.

Usted ha estado en las dos orillas, ¿no hay ninguna diferencia?

En la privada hay personas que tienen responsabilidad jurídica, penal y civil. Los administradores de las empresas privadas responden ante la ley y con su patrimonio de las cuestiones que estén mal gerenciadas. Hay una preocupación importante por el gasto, por la gestión y se siguen todas las desviaciones que pueda haber. Para lograrlo tenemos a favor nuestro tamaño. Los centros públicos son excesivamente grandes, difíciles de manejar y controlar. Sinvergüenzas hay en todas las profesiones y en todos lados, pero los que actuamos con seriedad no tenemos por qué estar dentro de ese maremágnum político. Todo el mundo quiere arrimar el ascua a su sardina.

¿Se nos ha ido la mano construyendo hospitales?

Se han construido infraestructuras, no solo hospitales, que ahora hay que cerrar.

Dicen ustedes, los de la sanidad privada, que son más baratos que la pública.

Partidos y sindicatos nos tachan de mentirosos, pero lo cierto es que somos más baratos y tenemos más flexibilidad, más rapidez en la respuesta. Esa serie de facilidades nos dan cierta ventaja a la hora de dar nuestros servicios al público. No hay más que ir al Boletín Oficial de Canarias y al del Estado. Los precios a los privados nos los imponen en cada concertación.