La crisis echa el cierre a más de 14.000 comercios en Canarias

Consecuentemente, el volumen de ventas de estos negocios en el Archipiélago se ha reducido en los últimos cuatro años entre un 70 y un 75%. "En el primer trimestre de 2012 se estabilizó la situación pero luego empezamos a bajar de nuevo y cerramos el año con una caída en la facturación cercana al 18%", explica Prudencio Lorenzo, presidente de Cecapyme.

La pérdida de capacidad de consumo de las familias es la principal de las razones que los comerciantes asocian con sus malos resultados de caja . "Antes en una familia entraban varios sueldos y había poder adquisitivo, ahora entra uno o ninguno y pagar la hipoteca ya se hace un mundo como para encima pensar en gastar en otras cosas", apunta Lorenzo, quien además asegura que el Ejecutivo, tanto canario como central, ha generado "una presión de recaudación voraz" sobre los ciudadanos. "La Administración ha subido todo tipo de impuestos y ha creado otros nuevos, además de encarecer gastos corrientes, como el de la factura de la luz", señala.

Medidas como la supresión de la paga extra de Navidad a los empleados públicos repercuten en que los comercios no mejoren sus cifras de ingresos actuales. "Esta decisión tomada por el Gobierno central ha tenido un efecto demoledor en el sector, convirtiendo la que tenía que ser la mejor campaña comercial del año en una época muy complicada", afirma Gustavo Matos, director general de Comercio del Ejecutivo canario. Matos apunta que en la campaña navideña de 2012 el volumen de ventas de los comercios isleños descendió una media del 10%, respecto al año anterior.

El presidente de Cecapyme subraya además la "falta de sensibilidad" de las entidades financieras como otro de los factores que influyen en la difícil recuperación del comercio. "Los bancos no han facilitado la posibilidad el alargar los plazos para rebajar las cuotas de los créditos y, por el contrario, han subido los intereses. De este modo, como la crisis se sigue prolongando y la economía no genera la capacidad suficiente para absorberla, la situación se refleja en las empresas, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo", explica Prudencio Lorenzo.

A finales de diciembre del año pasado el número de afiliados a la Seguridad Social en el comercio canario se situó en 138.825 personas, lo que supone 2.991 afiliados menos que en 2011, según el informe sectorial elaborado por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. Este estudio desvela que el promedio de afiliación en la actividad comercial en el cuarto trimestre de 2012 se redujo un 2,3% sobre la cifra del año anterior, lo que supuso la peor caída desde el segundo trimestre de 2010.

El número de desempleados en este sector al finalizar diciembre se situó, según la institución cameral, en 46.110 parados, lo que significó que el paro en la actividad comercial canaria aumentó en 3.452 personas en un año. En el conjunto nacional el paro comercial al finalizar el 2012 fue de 639.114 personas, 73.577 más que en 2011.

Los comerciantes se sientan "desamparados" por las administraciones públicas que, a su juicio, no hacen nada para reflotar el sector. "En Europa todo el mundo corre a ayudar a los ganaderos y agricultores, en España cuando los vendedores de coches no venden el Gobierno les saca el plan PIVE, y sin embargo, para los comerciantes nunca hay nada, y es algo que echamos de menos", afirma Luis de Miguel, presidente de la Confederación Regional de Comercio de Canarias (Coreco). Para él, el comercio en Canarias "se está muriendo", a pesar de la iniciativa de muchos emprendedores que se animan a abrir nuevos negocios en las Islas. Según la Cámara de Comercio de la provincia occidental, solo en el cuarto trimestre de 2012 se crearon 126 empresas comerciales a través de las Ventanillas Únicas Empresariales, lo que supone un crecimiento del 34% respecto al mismo trimestre del año anterior.

"En este contexto están apareciendo pequeños empresarios que ponen ilusión en abrir una tienda y a los pocos meses tienen que cerrarla porque se dan cuenta de que los gastos a veces superan a los beneficios. Cuando esto ocurre, además de quedarse debiendo dinero, el empresario pierde cualquier voluntad que pueda tener de volver a poner en marcha algo similar en un futuro", asegura De Miguel.

El presidente de Cecapyme considera que el fracaso de los autónomos que se adentran en la actividad comercial se debe a que "lo hacen incitados por las promociones" que se estructuran desde la Administración "a veces sin conciencia ni seriedad". "Si las empresas consolidadas se están viendo abocadas al cierre, más aún las que empiezan sin respaldo ni experiencia de ningún tipo", precisa Lorenzo.

Los establecimientos dedicados la venta de menaje y equipamiento del hogar son los que están experimentando un mayor descenso en sus ventas, según Cecapyme. "Como no se venden apenas viviendas, la gente prescinde más de comprar todo lo que son cortinas, edredones, almohadas...", apunta el presidente de esta confederación empresarial.

El resto de negocios, como los dedicados a la venta de textil o calzado, se encuentra en una situación similar de retroceso en sus demandas. "Todos han caído bastante, el único ámbito que se ha conseguido mantener es el relacionado con las nuevas tecnologías, especialmente con los móviles de ultima generación y los aparatos relacionados con el ocio", asegura Prudencio Lorenzo.

Los comercios outlet (tiendas con artículos de otras temporadas que presentan generosos descuentos durante todo el año) se han convertido en un modelo de negocio a seguir para ganar competitividad en el mercado. "Este tipo de establecimientos son el futuro y no nos vamos a oponer a ellos, eso sí, nos gustaría que estuviesen en manos de trabajadores canarios para que los beneficios se queden en las Islas y no se los lleven las empresas multinacionales", apunta Luis de Miguel.

No obstante, desde Cecapyme, su presidente señala que ni siquiera las grandes firmas comerciales atraviesan por un buen momento en el Archipiélago. "El exceso de oferta en el sector comercial es poco asumible por la población que tenemos en las Islas. Estamos a la cabeza de España como la comunidad con más metros cuadrados por habitante destinados a las superficies comerciales y con más centros comerciales. Esto hace que las grandes empresas también se vean obligadas a cerrar puntos de ventas", comenta Lorenzo, quien además destaca la importancia que tiene la actividad comercial en el Producto Interior Bruto (PIB) canario. "El sector servicios supone un 92% del PIB en Canarias, y de se porcentaje el comercio representa un 22%, el resto se reparte entre el turismo y el transporte", añade.

Para sobrevivir a la crisis las pymes han seguido, en la mayoría de los casos, un plan cuya primera fase ha consistido en reducir al mínimo posible todo tipo de gastos. En segundo lugar, algunas han tenido que realizar una regulación de plantilla "para ajustarse a la realidad de la demanda y del mercado", apunta Lorenzo. La tercera fase de la supervivencia se basa en intentar renegociar con las entidades financieras los créditos concedidos. "Cada día hay que luchar por mantenerse a flote aunque la situación cada vez se complica más", comenta el presidente de Cecapyme.

Con un futuro próximo poco esperanzador, pues los propios empresarios aseguran que este año y el próximo "van a ser cada vez peor", el sector del comercio en las Islas busca fórmulas con las que mantenerse en pie durante la tormenta. "Nuestras acciones van encaminadas a apostar la modernización y la calidad para ganar competitividad, además de por las zonas comerciales abiertas, las cuales implican la mejora del entorno urbano donde se ubica el comercio tradicional", detalla Gustavo Matos.

Lo que las pymes tienen claro es que abrir sus puertas al público los domingos no es una opción viable para crecer. "Solo nos supondrá cargar con mayores costes", afirma el presidente de Coreco.

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