La primera semana de huelga en Iberia contra el plan de ajuste concluye hoy con cientos de vuelos cancelados, decenas de viajeros afectados, concentraciones en los aeropuertos y ningún avance en la negociación entre los sindicatos y la aerolínea, que sí han aceptado un mediador en su conflicto.

Miles de trabajadores de Iberia han vuelto a concentrarse hoy contra los ajustes, que incluyen 3.807 despidos, en la T4 de Barajas ataviados con sombreros piratas, banderas de España y ataúdes, en la última jornada de huelga convocada para esta semana contra el plan de reestructuración de la compañía.

A mediodía de hoy, 6.000 empleados de Iberia, según las fuerzas de seguridad, y 8.000, según los sindicatos, comenzaron a recorrer el interior de la terminal al grito de "Sí se puede", "Iberia unida, jamás será vencida" o "Esto es una estafa", una concentración que se ha repetido en otros aeropuertos españoles.

La manifestación ha sido controlada por centenares de efectivos policiales, desplegados desde primeras horas de hoy, que acordonaron los mostradores de facturación de Iberia y de su filial en el grupo IAG, British Airways, para evitar que dejen de funcionar, como sucedió en la concentración del pasado lunes.

A diferencia de lo que sucedió entonces, cuando hubo cargas policiales para impedir que los manifestantes accedieran al interior de la T4, la protesta hoy se ha desarrollado sin problemas.

"Tenemos la moral muy alta porque la participación del lunes subió mucho los ánimos y la gente sabe que esto es el fin. O luchamos o morimos", han dicho a Efe varios trabajadores mientras expresaban su desconfianza sobre el resultado del papel del mediador nombrado por el Gobierno, Gregorio Tudela.

Miguel Ángel Jiménez, del sindicato de mantenimiento Asetma, ha apuntado que "cualquier mediación es buena", pero ha recordado que, "en diciembre se llegó a un acuerdo con la mediación del SIMA, que la otra parte no cumplió".

Los sindicatos han vuelto a cifrar en casi un 100 % el seguimiento hoy de la huelga, que según Iberia ha provocado la cancelación de 283 vuelos de las aerolíneas del grupo.

En total, de lunes a viernes, se han cancelado casi 1.300 vuelos, entre Iberia, Iberia Express, Air Nostrum y Vueling, y han resultado afectados decenas de miles de pasajeros, que sólo en el caso concreto de Iberia ascienden unos 70.000, a los que se ha recolocado en otras rutas o se iniciado los trámites para reembolsarles el pasaje.

Los paros, hasta completar las 15 jornadas previstas, tendrán continuidad entre el 4 y el 8 y entre el 18 y el 22 de marzo, después de que los sindicatos de tierra y tripulantes de cabina indicaran este jueves que el proceso de mediación no supone la desconvocatoria de las movilizaciones.

El sindicato de pilotos Sepla, que en principio iba a unirse a los paros a partir del 4 de marzo, anunció ayer que está dispuesto a no secundarla durante el tiempo que dure la mediación siempre y cuando la dirección de la aerolínea readmita a un grupo de al menos diez pilotos que fueron despedidos por distintos motivos en 2012.

Al ser preguntado si, en aras de un acuerdo, sería necesario pedir de entrada que se frenaran los paros, el mediador designado en el conflicto, Gregorio Tudela, ha dicho hoy que "agradecería cualquier gesto por ambas partes que permitiera una mediación lo más serena posible y más relajada posible".

No obstante, Tudela, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Autónoma, ha destacado que "son las partes las que tienen que decidir la adopción de esas medidas".