El sistema financiero español presenta significativas vulnerabilidades ante un potencial empeoramiento de la crisis de la deuda soberana de la zona euro, así como ante el riesgo de una corrección significativa en el precio de los activos, que podría causar pérdidas de capital "severas" a uno de cada cuatro bancos analizados, según advierte el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un informe sobre la situación del sector en la zona euro.

El documento, completado por los técnicos de la institución internacional en el caso de España en mayo de 2012, aprecia una "alta probabilidad" de que el sector financiero español sufra "un impacto alto" en el caso de intensificarse la crisis de la eurozona, así como de producirse un deterioro o un sostenido aumento del riesgo soberano.

"La banca cuenta con una limitada exposición directa a los países periféricos, pero su exposición doméstica soberana es alta", apunta el informe, que cifra esta exposición en el 150% sobre la ratio de capital básico (core Tier 1) de las entidades.

Asimismo, la institución internacional considera que existe una "elevada probabilidad" de que en el caso de producirse una aguda corrección en el precio de los activos la banca española sufra un "impacto alto".

"La gran exposición al sector inmobiliario" provocaría un incremento de las necesidades de recapitalización, apunta la entidad, que advierte de que "uno de cada cuatro bancos en la muestra de los test de estrés sufriría severas pérdidas de capital".

Por otro lado, el FMI aprecia un riesgo medio-alto de que se materialice el riesgo relacionado con la capacidad de acceso de las entidades a los mercados mayoristas de capitales y empeoren las condiciones de refinanciación y liquidez.

A pesar de los confortables amortiguadores de instrumentos del BCE que podrían utilizarse como colateral, el empeoramiento de las condiciones de los mercados podría suponer mayores quitas a las garantías ofrecidas por los bancos, señala la institución, que teme que estas dificultades a la hora de refinanciar deuda pudiera impedir un desendeudamiento ordenado del sector bancario.