Marruecos ha puesto plazo a la mejora de la conexiones con Canarias. Antes de fin de año deben ser una realidad los proyectos de ampliación de líneas marítimas y aéreas.

El embajador del reino alauita en España, Ahmedou Souilem, manifestó ayer su confianza al respecto durante el encuentro que mantuvo en Las Palmas de Gran Canaria con el consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel.

El diplomático apuntó que su país alberga "grandes esperanzas" tras la visita que realizó a Canarias el pasado mes de noviembre el ministro de Transportes y Equipamiento, Aziz El Rabbah, en el que se llegaron a algunos acuerdos con el Gobierno de Canarias, en el marco del al proyecto Transmaca de la Unión Europea, que espera que "puedan ver la luz lo antes posible", recogió Efe.

El embajador marroquí destacó el aumento de la conectividad aérea, que se ha incrementado con dos vuelos semanales a Gran Canaria operados por la compañía Royal Air Maroc (RAM) y otros tantos que ha establecido la compañía Binter Canarias.

Además, se está trabajando en las vías marítimas, apuntó Souilem, quien manifestó que ello supondrán un incremento del comercio y el intercambio entre Marruecos y Canarias.

En la reunión se hizo especial mención al impulso a algunas instalaciones portuarias, como el puerto de Tarfaya.

Durante el encuentro, el embajador y Berriel analizaron "dónde estamos y en dónde se debe hacer un esfuerzo suplementario", que quizás sea en materia de infraestructuras, disponibilidad y operatividad de las propias infraestructuras, puesto que la voluntad política existe, opinó el marroquí. Eso es lo que hay que "poner a punto más que otra cosa", ya que el resto "está sobre los raíles", añadió.

La colaboración entre el Gobierno de Canarias y Marruecos se centra especialmente en mejorar las conexiones marítimas y aéreas con la zona sur del país africano y ciudades de importancia, como Agadir, con el fin de que la región pueda actuar como un hub (nudo de conexiones) de movimiento de personas y mercancías entre ambos territorios, Europa y África.

Berriel y Souilem se emplazaron a mantener un contacto frecuente entre gobiernos para trasvasar experiencia en la gestión de transportes y el movimiento transfronterizo de carga y personas.