La consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Francisca Luengo, se felicitó ayer por que Canarias "tenga una ley eléctrica mejorada", cuestión que atribuyó a la negociación mantenida durante los dos últimos meses entre su equipo y los representantes del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que dirige José Manuel Soria. Luengo afirmó además que informó en todo momento "personalmente" del desarrollo de las conversaciones al grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, si bien sus integrantes decidieron presentar una enmienda a la totalidad contra el proyecto aprobado por el Consejo de Ministros.

En un comunicado, la consejera descartó que negociara "por libre" con Madrid, sino que "contó con el respaldo del Gobierno de Canarias". En una reunión celebrada hace dos semanas, la consejera y el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, firmaron un documento a través del cual el grupo Popular, con mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, se comprometió a presentar como enmiendas propias las demandas del Ejecutivo canario.

Las medidas que Luengo defendió como necesarias estaban encaminadas a garantizar el suministro y respetar la potestad de Canarias en la autorización previa de nuevas instalaciones. Soria aceptó ambas y retiró parcialmente el tope del 40% de concentración del mercado como frontera para que las empresas puedan acometer la instalación de nuevos proyectos de generación. Ese límite dejaba fuera de juego a Endesa, en la práctica único generador convencional en las Islas. Tras la rectificación, si no aparecen más actores a pujar por los proyectos, la eléctrica que preside Borja Prado podrá incrementar su presencia en el Archipiélago. Incluso, yendo más allá de la negociación Canarias-Madrid, Soria decidió dar un margen de confianza a Endesa y no expropiar su participación en las estaciones de bombeo de Chira-Soria y Gorona del Viento, siempre que cumpla un calendario de actuaciones que se determinará en breve plazo.

A pesar del alto grado de entendimiento entre el Gobierno canario y el Ministerio de Energía, tanto socialistas como nacionalistas decidieron mantener sus enmiendas a la totalidad en el Congreso, incluso después de que la propia Francisca Luengo les advirtiera de que con ello podrían estar minando el acuerdo que estaba sellado.

Con todo, la consejera aseguró entender que sus compañeros de partido en Madrid "se hayan mostrado críticos con el proyecto. Efectivamente, ni esta ley es la que queríamos para Canarias, ni era necesaria, ni nos gusta". Sobre el rechazo popular a las dos enmiendas a la totalidad, Luengo consideró que no supone ninguna sorpresa.