¿Es decisivo para las empresas dar el salto al exterior en este momento?

Vivimos una etapa de grave crisis y, aunque los políticos no lo digan, la fase de estancamiento, de desaceleración o de crecimiento cercano al 0% va a durar previsiblemente unos cuantos años. Ante la caída de la demanda interna, es absolutamente lógico buscar mercados fuera para mantener el crecimiento empresarial. Por eso el momento es adecuado. Cuando existe una caída del consumo interno, o mueren empresas o vas a buscar clientes al exterior.

¿Constatan los datos una tendencia creciente de la internacionalización?

En su Programa Nacional de Reformas de 2012, el Gobierno de España comunica a la Comisión Europea que existe un desequilibrio exterior de la economía del país que se ha venido produciendo progresivamente con el inicio de la crisis. A partir de ahí, el Ejecutivo describe que las exportaciones españolas se han incrementado en la última década un 56%, una tasa muy superior a la registrada en los países de nuestro entorno. Entre 2007 y 2010 el número de empresas exportadoras españolas ha crecido un 12%.

¿Y estamos bien colocados para dar ese salto?

Tenemos déficits. En un estudio que realizamos con 2.490 pequeñas y medianas empresas (pymes) de todo el país, se definieron las barreras que encuentran para salir al exterior. La mayoría, contra lo que se preveía por lo que siempre oímos, no están relacionadas con el alto coste del euro, del transporte o los trámites aduaneros, sino con aspectos formativos. No hay personal cualificado para gestionar la internacionalización.

¿Redunda en el desconocimiento de los nuevos mercados a explorar?

Las carencias formativas se incluyen dentro de un grupo de barreras que se denominan de conocimiento, del que también forma parte el desconocimiento de los mercados a los que acudir, que es la segunda de una lista de 26 barreras. Falta de personal para planificar la actividad exportadora, intensidad de la competencia de los mercados y falta de información de las oportunidades; tres de las cinco primeras son barreras que se solventan teniendo personal con la formación adecuada.

Usted dirige el Master in International Business (MIB) de la ULPGC. Si existen carencias formativas, ¿hay demanda de por parte de las empresas?

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Canarias tenemos una tasa de paro juvenil del 69,1% y del 57%, en el conjunto del país. El índice de colocación del MIB en sus tres últimas ediciones es del 95%.

¿Qué empresas pueden plantearse su internacionalización?

Está indicada para todo tipo de empresas. Las grandes empresas españoles están tan internacionalizadas como las europeas, la diferencia está en las pymes, ahí existe una brecha de casi veinte puntos entre las españolas, incluidas las canarias, que están en el exterior y las europeas. Los esfuerzos institucionales que hay que hacer y se llevan haciendo desde hace años deben centrarse en animar a las pymes. Sobre el total de exportaciones del país, las pymes españolas representan el 44%, mientras que en la UE ese peso es del 61%.

¿Esos esfuerzos institucionales son suficientes?

Existen multitud de organismos de apoyo a la promoción internacional en todos los niveles, nacional, autonómico e incluso local, con las cámaras de comercio. El esfuerzo institucional, no sé si de forma muy adecuada, existe y hay que ahondar en él, porque el 70% del empleo español está en las pymes, mientras que en la UE es el 66%. Estos datos demuestran que la eficiciencia de las pymes españoles es menor, porque concentran mayor mano de obra y, sin embargo, las ventas totales son inferiores a la media europea.

África, por su cercanía, se tiene por el lugar natural de expansión. ¿Es correcta esa ecuación?

Cuando una empresa decide dar el salto, el primer paso es completar una radiografía interna para ver si está preparada para salir al exterior o necesita reforzarse. Después, el personal formado en internacionalización inicia un proceso de selección de mercados. Existen una serie de herramientas de gestión empresarial que determinan cuáles son los más favorables. Ocurre en muchas ocasiones que las empresas se llevan sorpresas, porque frente a la intuición del directivo, a veces solo porque lo está haciendo la competencia, se encuentran con que el mercado más apropiado no es el que estaban pensando. África es interesante para determinadas empresas y sectores, pero también lo son para otras Europa, Latinoamérica y Asia. Es fundamental el análisis, porque la selección de los mercados varía en función de la naturaleza de la empresa y del sector. Por ejemplo, las reparaciones navales están en auge y las empresas de reparación tienen en los mercados africanos una oportunidad, porque allí, por lo general, hay una menor cualificación. Desde luego África sí, pero creo que se ha magnificado demasiado el tema de la cercanía. Es un continente muy interesante, pero también lo son el resto. De hecho, al ser miembros de la Unión Europea, ese es nuestro mercado natural.

Eso acaba con la ventaja de la cercanía geográfica que siempre se ha tenido como un valor.

La cercanía solo es una ventaja si la conectividad marítima y aérea son buenas. Luego hay otro tipo de distancia, como la cultural, que también se debe de tener en cuenta, porque resulta más fácil, sobre todo para empresas que empiezan, entablar relaciones comerciales cuando la cultura negociadora es la misma. Además, hay una barrera lingüística que desgraciadamente es muy importante para muchas empresas españolas por el bajo nivel de conocimiento de lenguas extranjeras que otorga nuestro sistema educativo

¿La conectividad con los mercados africanos es suficiente en este momento?

La marítima está mejor que la aérea, pero cuando en Canarias hablamos de internacionalizar no podemos estar pensando solamente en el transporte de bienes. Nuestro producto interior bruto (PIB) está fundamentalmente en el sector servicios y eso es lo que más tenemos que exportar. Tenemos un know how importante en gestión turística y en industrias relacionadas con el sector turístico. Eso también es exportable y ahí los costes aduaneros y de transporte no existen. También tenemos que entender que en este proceso se incluye la inversión en el exterior.

¿Qué sectores además del turístico están preparados?

En el pasado la construcción ha tenido un peso importante en la economía. Las empresas canarias han participado en obra civil, por lo que ellas y también los despachos de arquitectos tienen que pensar que el mercado es el mundo. En Canarias no hay un futuro brillante para esos sectores en los próximos años, pero hay ritmos de crecimiento importantes en muchos países como Brasil o México, en los que la construcción avanza con índices muy superiores a la media de crecimiento económico mundial.

Ha nombrado dos países americanos, un continente en el que el problema de la lengua es casi inexistente.

Es así y no solo son esos países, también hay oportunidades en Colombia, Perú, Ecuador..., por poner solo algunos ejemplos. De hecho, hay empresas canarias que se han dirigido ya al mercado latinoamericano.

¿Licitaciones?

Hay que estar en las grandes licitaciones internacionales para ganar grandes obras e infraestructuras de grandes organismos: Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Africano de Desarrollo..., porque dedican recursos a países que comienzan a salir adelante y pagan ellos, no el país de destino, con lo que la seguridad en el cobro está garantizada. Es difícil y complicado, pero también lo es competir con otros en el mercado local. Lo único que has de tener son las herramientas y el personal adecuados, y eso no es imposible. España tiene una muy baja tasa de retorno con la Organización de Naciones Unidas, un organismo que contrata servicios o productos como tiendas de campaña. Alguien le suministra todo eso. ¿De qué países son esas empresas? Hay que estar ahí.

¿Y directamente con otros países, también es posible hacerse con concursos importantes?

Claro. Esos países en vías de desarrollo sacan a concurso hospitales, carreteras... Pero no solo las empresas que tengan una gran estructura montada pueden aspirar a esos contratos, también hay licitaciones en consultoría de municipalidad, en mejor gobernanza. Se pueden abordar muchas cuestiones en diversas materias y hay empresas aquí perfectamente preparadas para salir al exterior.

¿Han respondido bien los empresarios a la necesidad de salir fuera?

Se ha demostrado en este perioro de crisis que hay buenas empresas y buenos empresarios; buena materia prima. A la internacionalización hay que dedicarle tiempo y tener acceso al crédito. El ICEX tiene una línea ICO a la internacionalización, hay que hacer todos los esfuerzos para poner financiación a disposición de las empresas.

¿Están llegando tarde ya las empresas a este proceso de expansión por otros países?

Desde la Segunda Guerra Mundial se produjo un descreste arancelario mundial, pero España, al estar sumida en una autarquía y una dictadura, llegó tarde a comenzar el proceso de internacionalización. Las que no lo han hecho ya, evidentemente llegan tarde, porque prácticamente todos los sectores de negocio están internacionalizados, pero hay muchas pymes de todo el mundo que están comenzando ahora.

¿Salir al exterior es sinónimo de éxito?

La actividad internacional se ha planteado como determinante para el éxito empresarial y, en consecuencia, como una fuente de ventaja competitiva. Existe un conseso generalizado en cuanto a los efectos positivos que la actividad internacional genera para las empresas y para la macroeconomía de un territorio. Desgraciadamente ha tenido que venir una crisis tan grande para que a las buenas empresas y empresarios que existen en Canarias se les haya abierto la mente hacia la internacionalización.

¿Se nota el impulso en las estadísticas de estos años?

En 2012 hemos tenido la mejor tasa de cobertura de toda la historia. Es el cociente entre las importaciones y las exportaciones, es decir, cuánto exporto por cada cien euros que importo. El año pasado fue del 85%. España y Canarias han tenido tradicionalmente una tasa de cobertura inferior a las de las economías mundiales más desarrolladas.

¿Es sencillo trabajar con otros mercados?

El proceso de inicio es difícil y largo. Es más fácil vender al mercado local con el mismo idioma y sin complicaciones que plantearte hacerlo con diferentes culturas, pero ya dije que ahora es una necesidad y, además, la salida al exterior también fortalece tu posición interna. La mayoría de las empresas que se internacionalizan mejoran su posición en los mercados locales porque el aprendizaje que les da competir en mercados exteriores les hace ser más fuertes en su mercado interno.

¿Es determinante el músculo financiero?

Cuando una empresa se plantea salir, ha de saber que va a tardar un tiempo hasta que los beneficios retornen. Es muy complicado calcular cuánto tiempo, pero aproximadamente un año y medio. Es necesario hacer estudios para calcular el aguante financiero. Ahí es donde intervienen los organismos de promoción a la internacionalización. Tanto Proexca como el ICEX ofrecen diferentes líneas de ayudas. Incluso dentro de una situación de reducción de presupuestos públicos, se sigue apostando por programas de internacionalización. Es loable que Proexca haya sacado un programa como Canarias Aporta para fomentar la internacionalización de empresas canarias de casi un millón de euros en una época de máxima crisis, lo que establece el compromiso del Gobierno de Canarias con los beneficios que la internacionalización genera no solo para las empresas, sino para la macroeconomía en general y para el empleo. No olvidemos que las empresas internacionalizadas requieren de personal más cualificado y la remuneración en las empresas internacionalizadas es superior a la de las no internacionalizadas.

¿Tenemos los sueldos más bajos del país porque estamos poco internacionalizados?

Hay más factores como la baja industrialización, pero tenemos una de las tres tasas de cobertura más bajas, algo tendrá que ver.

¿Buscar mercados fuera está más cerca de la aventura o de la inversión de alta garantía?

No es una aventura, pero no se puede hacer alocadamente, sino contando con gente cualificada, igual que la contabilidad no la puede llevar cualquiera.

¿Y todavía hay empresas que lo hacen alocadamente?

Bastantes. Pymes que no hacen un proceso riguroso de selección del mercado, el modo de entrada, los medios de pago...

Ha coordinado un Manual de Internacionalización en el que intervienen 22 expertos. ¿Es más una red de seguridad o un texto de aprendizaje?

Nace con el ánimo de convertirse en un texto de referencia sobre internacionalización en todo el mundo de habla hispana. Es una guía completa y rigurosa a tener en cuenta para iniciar mantener o incrementar la actividad internacional. Incluye herramientas y estrategias que entendemos que son indispensables para la operativa internacional y el enfoque es eminentemente práctico. Además de los contenidos, cada tema tiene casos de estudio, glosario de términos y materiales complementarios para los docentes en la página web del libro.

¿A quiénes lo dirigen?

A empresas, entidades públicas, estudiantes y profesionales como directivos, técnicos, consultores y emprendedores que pretenden, bien familiarizarse con el conocimiento general de la internacionalización, o bien ampliar sus conocimientos en las materias relativas a ella. Es decir, tanto para un primer contacto, como para profundizar. Entendemos que especialmente es muy útil para aquellos docentes de programas formativos de cursos de capacitación en comercio exterior o internacionalización. Evidentemente, también se puede utilizar en las universidades y en cursos formativos. Pero el objetivo final es ayudar a la internacionalización de las empresas.

¿Qué repercusión ha tenido?

Se lanzaron en abril inicialmente mil ejemplares y ya queda en stock menos del 25%. El éxito ha sido rotundo. En dos meses ha superado las expectativas y ya se está planteando una nueva edición en formato papel y electrónico, lo que demuestra que había un enorme interés en el mercado por la existencia de herramientas y técnicas de internacionalización.

¿Cuánto tiempo ha llevado?

Un año. Ha sido difícil porque han participado profesionales y expertos de primer orden nacional e internacional, personas muy especializadas en sus áreas de internacionalización con unos currículos muy buenos. Ha sido una labor difícil porque había que ensamblar todas esas participaciones dándoles uniformidad. No es un libro de colaboraciones externas, sino una obra integrada. Han sido muchísimas horas de trabajo, mías como coordinador, y autor en algunas partes, y del personal del Centro de Estudios Económicos y Comerciales (Ceco), que gestionó la parte de los profesores, pero el resultado ha valido la pena.

¿Le parece el arbitraje una buena solución para solventar dificultades jurídicas en las relaciones con otros países?

Lo es. El arbitraje existe desde hace mucho tiempo. Entre los colaboradores de este libro está el secertario general de la Corte de Arbitraje del Consejo de Cámaras de Comercio. Es buena solución, pero es cierto que en España está siendo muy poco utilizado. Hay que fomentar su uso.