Gobierno canario y empresarios se mostraron ayer en contra de la aplicación de la tasa sobre las estancias turísticas que el Grupo Mixto (Nueva Canarias) lleva esta semana al Parlamento regional. El Ejecutivo de Paulino Rivero mantuvo que la subida en dos puntos del IGIC -del 5% al 7%- el pasado año cierra la puerta a cualquier nueva carga sobre la principal actividad económica del Archipiélago. Por su parte, los hoteleros señalaron que cualquier encarecimiento del precio a pagar por los visitantes atenta directamente contra la competitividad del sector.

La iniciativa, incluida en la enmienda a la totalidad de NC al proyecto de presupuestos diseñado por el Gobierno autónomo, defiende que los visitantes que hagan uso de las instalaciones alojativas de las Islas paguen al día una cantidad que va de los 1,50 a los 0,50 euros en función de la categoría del establecimiento.

El viceconsejero de Turismo, Ricardo Fernández de la Puente, afirmó ayer que las relaciones que mantiene en este momento el Ejecutivo con los empresarios buscan que estos "rehabiliten" la planta hotelera y extrahotelera. "Se trata de poner en valor el producto, no de crear una tasa con carácter finalista", aseguró De la Puente Armas.

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