El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha dicho este jueves en Murcia que pasada la Semana Santa y cerca de esa fecha convocará el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para tratar la reforma de la financiación autonómica, que, señaló, estará lista antes de que acabe el año.

Montoro, que asiste hoy en Murcia a la toma de posesión del nuevo presidente de la comunidad, Alberto Garre, ha afirmado, a preguntas de los periodistas, que la reforma irá en la línea de evitar "diferencias o agravios en función del lugar de residencia" de un ciudadano, para que haya equiparación en términos de igualdad de acceso a los servicios públicos con independencia del lugar donde residan.

Recordó que ésta se promoverá a partir de la reforma fiscal que prepara el Ejecutivo central y que remitirá a las Cortes del Estado en forma de proyectos de leyes en junio.

Añadió que esa reforma fiscal "va a tener unas primeras consecuencias en términos de ordenamiento de los hechos tributarios que forman parte de la financiación no sólo autonómica, sino también local, y de hecho convocará próximamente a la Comisión Nacional de Corporación Local.

El nuevo presidente murciano dijo, por su parte, que "hay que modificar el sistema de financiación autonómica".

Montoro ha reconocido el gran esfuerzo que ha hecho Murcia como el resto de autonomías, y remarcó su máxima de que "cada uno tiene que hacer su tarea en casa, pero esas tareas tienen que ser acompañadas".

Destacó que es importante que los proveedores, entre ellos los de Sanidad, estén seguros de que se están atendiendo "sus normales demandas de pago", y en ese sentido resaltó el papel del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

Preguntado por el riesgo de que se pongan al límite servicios públicos básicos con futuros recortes, el ministro advirtió de que no se puede confundir contención del déficit con supresión de servicios públicos básicos.

Y aseguró que España está sosteniendo su estado de bienestar, ya que más de la mitad de lo que gasta la Administración es en prestaciones sociales, junto a 50.000 millones de euros para educación, y entre 70 y 75.000 para sanidad.

Asimismo indicó que no es lo mismo un ajuste en recesión, caso de 2012, año en el que había que ganar la confianza de los mercados y los objetivos de déficit eran muy ambiciosos, que hacerlo en el actual momento económico de recuperación.

Al respecto comentó que antes del 30 de abril remitirán a la Comisión Europea el programa de estabilidad en un escenario de crecimiento económico, informa EFE.