El descontento y el enfado cunde entre los empresarios grancanarios. El Informe Anual de la Economía Canaria de 2013, que revela el mayor peso de la actividad pública en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, frente a la de Las Palmas, sublevó ayer a los empresarios de las islas orientales, que han visto cumplidos sus peores presagios. Exigen al presidente del Gobierno regional, Paulino Rivero, que corrija el "desequilibrio" en el gasto público y contribuya a potenciar el tejido productivo de Gran Canaria.

El estudio, realizado por la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), muestra claras diferencias en la balanza de la estructura productiva, pues las actividades vinculadas a las administraciones y servicios públicos como educación y sanidad generan más riqueza en la provincia tinerfeña, que en Las Palmas, donde la iniciativa privada tiene más importancia en el Producto Interior Bruto.

El análisis de la patronal, que parte de datos del Instituto Canario de Estadística, evidencia que en el período de 2008 a 2011, en plena crisis, la actuación de las administraciones públicas generó en la provincia occidental unos 200 millones de euros más que en la oriental. Los empresarios grancanarios lo achacan en gran medida a los sucesivos gobiernos de Coalición Canaria y al poder que todavía poseen antiguos miembros de la Agrupación Tinerfeña Independientes (ATI) dentro de esta formación nacionalista.

"Hace mucho tiempo que se produce un aumento de las inversiones públicas en Tenerife frente a Gran Canaria y esto se repite año tras año", se quejó el presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, José Sánchez Tinoco, quien también criticó la centralización de la administración en la isla vecina. Instó al jefe del Ejecutivo y máximo dirigente de CC, Paulino Rivero, a "corregir el rumbo", pues este escenario "perjudica fundamentalmente a Gran Canaria".

Responsabilidad

Sánchez Tinoco responsabilizó de ello a la Ley Electoral Canaria, en tanto que "facilita un gobierno de CC permanente". "PP y PSOE no han querido pactar nunca y, mientras sea así, la única novia que hay es Coalición, cuya fuerza está más en Tenerife", apostilló.

Idéntica lectura hizo el presidente del Círculo de Empresarios de Gran Canaria, Germán Suárez, para quien existe "un diferencial muy grande" entre ambas provincias y trasladó el "descontento" empresarial ante esta "realidad". Reprobó la complicidad de las formaciones que han respaldado a CC en el poder regional. "Los políticos de Gran Canaria no han defendido lo suficiente a esta isla cuando están en el pacto con Coalición", lamentó Suárez, que citó como ejemplo la Ley de Renovación Turística, aprobada en 2013 y que impide la construcción de hoteles de cuatro estrellas, "una forma de paralizar el desarrollo de Gran Canaria", subrayó.

"Hay un escoramiento descarado hacia Tenerife", protestó el consejero delegado de Publicidad Atlantis, Alberto Cabré, que denunció que este trato se produce desde principios de la década de los 90 con Manuel Hermoso como presidente autonómico y no ha cesado. En esta línea señaló que en los últimos 16 años de 20 concursos de publicidad convocados por el Gobierno autonómico "se habrán adjudicado tres en Gran Canaria". Igualmente, reivindicó "menos impuestos y más reformar la administración pública, donde aún queda mucho camino por recorrer".

El presidente de Toyota en las Islas, Ángel Ferrera, atribuyó el mayor peso de la actividad pública en la provincia occidental a que "buena parte" de la administración y sus empresas públicas dependientes "se concentra en Tenerife" debido al incumplimiento reiterado de la Ley de Sedes. Sobre el mayor impacto del sector privado en Las Palmas, lo vinculó a que "el empresario grancanario siempre ha sido más dinámico que el tinerfeño". Ello se refleja, según Ferrera, en la mejor implantación de negocios medianos, de más de 50 trabajadores, en Gran Canaria, que en la otra isla.

El presidente de los extrahoteleros de Las Palmas, Tom Smulders, destacó que Tenerife es la "isla reinante". Allí "hay más corporativismo político y empresarial con nudos de poder que muchas veces parece un octopus".

Más cauto, el presidente de la CEOE-Tenerife, José Carlos Francisco, prefirió esperar a analizar el informe de la CCE antes de entrar en el "pleitismo insular".