El "culebrón" del acuerdo pesquero euromarroquí terminó este viernes en Rabat tras la celebración durante dos días de la comisión mixta, y los pesqueros europeos con las licencias pagadas podrán salir a faenar la semana próxima.

Un comunicado del ministerio marroquí de Pesca señaló que esta comisión mixta "ha entregado las licencias a los barcos que reúnen todas las condiciones fijadas por esta comisión" y seguirá haciéndolo conforme vayan presentando el cumplimiento de todos los requisitos.

"Estamos muy satisfechos -dijo Ignacio Escobar, Director General de Pesca en España y que encabezaba la delegación española-; los resultados de esta comisión mixta son muy favorables para nuestra flota, sobre todo en las categorías 1 y 5. (Podemos decir que) por fin se abre el caladero de nuevo a la flota española".

Explicó que los barcos españoles (un centenar de los 126 a los que el acuerdo da derecho a faenar) van a tener facilidades para embarcar marineros y descargar sus capturas "que les van a garantizar la rentabilidad de su actividad".

Estos dos puntos eran esenciales porque los pesqueros españoles, principalmente andaluces de la costa gaditana, solicitaban que el texto del acuerdo se interpretase de forma que no se vieran obligados a hacer continuas visitas a puertos marroquíes, ya fuera para embarcar a marineros o para descargar la pesca, y perder así horas de faena y litros de combustible.

Los armadores españoles han dejado prácticamente decidido que prefieren usar los puertos de Larache y Mohamedia para esas descargas obligatorias, descartando de paso los de Casablanca y Kenitra, más modernos pero más saturados por el tráfico comercial y por ende más caros.

Escobar precisó que podrán salir a faenar "la semana que viene" aquellos barcos que tienen pagadas ya sus licencias, tras pasar una inspección técnica en un puerto marroquí, mientras que aquellos que no lo han hecho pueden iniciar el procedimiento y saldrán a faenar cuanto más rápido completen sus trámites.

Durante estos dos días en Rabat, las partes también han definido las modalidades de seguimiento y control de los barcos europeos, el modo de funcionamiento de los comités científicos (que puede ajustar las cantidades de pesca al alza o a la baja según el estado de los caladeros), según el ministerio marroquí.

Fuentes presentes en las reuniones señalaron que gran parte del tiempo transcurrido en las reuniones de estos dos días se consumió en la definición de los programas de apoyo sectorial, que absorben 14 millones de euros anuales del total de 40 que la parte europea paga a Marruecos (16 más por el precio del acuerdo y 10 en tasas de los armadores).

Los técnicos europeos han tratado de introducir mecanismos de control (calendarios, justificantes de pago, etc) para los proyectos que Marruecos definirá para desarrollar su propio sector pesquero, mientras que los negociadores marroquíes han tratado de diversas maneras de evitar esa fiscalización.

Los negociadores europeos han insistido a este respecto que Marruecos debe dejar claramente definido el modo en que esos 14 millones van a beneficiar a las poblaciones locales de la costa donde se pesca, en alusión a las del Sáhara Occidental (las más ricas en pescado), aunque Marruecos nunca las mencione de ese modo.

Los pesqueros españoles llevan amarrados a puerto desde diciembre de 2011, cuando el Parlamento Europeo "tumbó" el anterior acuerdo y Marruecos ordenó la salida de su caladero.

Precisamente las razones para que el Parlamento tumbara el acuerdo fueron que no beneficiaba a las poblaciones locales, no era rentable y no garantizaba la sostenibilidad de las especies, tres aspectos que se han tratado de resolver en el caso del texto actual.