Los ministros de Economía de la eurozona han vuelto a descartar este viernes relajar la disciplina fiscal, tal y como reclaman Italia y Francia, y han apostado por acelerar las reformas estructurales como vía para salir del parón económico y complementar las medidas del Banco Central Europeo (BCE) para reactivar el crecimiento.

"Existe un amplio consenso sobre que el Pacto de Estabilidad y crecimiento sirve como ancla de confianza en la UE", ha dicho el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al término de la reunión informal celebrada en Milán. Todos los ministros están de acuerdo, ha proseguido, en que "la credibilidad del Pacto que recuperamos gracias al duro trabajo durante la crisis debe preservarse".

"Por ello, todos hemos acordado que debemos cumplir las reglas. La estrategia de consolidación compatible con el crecimiento debe continuar y cualquier forma de flexibilidad debe estar dentro de las reglas vigentes", ha resaltado el holandés.

También el comisario de Asuntos Económicos, Jyrki Katainen, ha apuntado que "la aplicación de la flexibilidad no debe socavar de ninguna forma nuestro marco presupuestario". "Cuando el dinero es escaso, no hay otra opción que ahorrar", ha señalado Katainen, que ha apostado por reducir el gasto en lugar de aumentar los impuestos y por recortar gasto corriente y no inversiones.

"Nadie ha cuestionado el Pacto de Estabilidad ni las reglas presupuestarias", ha insistido el ministro de Economía, Luis de Guindos.

Incluso el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, cuyas palabras en la reunión de banqueros centrales en Jackson Hole este verano se interpretaron como un llamamiento al estimulo presupuestario en la eurozona, ha insistido en que "el PEC ha actuado como ancla de confianza" y ha pedido no dar marcha atrás en la consolidación fiscal realizada en los últimos años.

Draghi ha repetido que la recuperación es "frágil, desigual y débil", se ha mostrado dispuesto a adoptar más medidas de estímulo monetario "si es necesario" y ha reclamado a los Gobiernos de la eurozona que aceleren las reformas estructurales. "Para que vuelva la inversión, necesitamos reformas estructurales más ambiciosas", ha indicado el banquero italiano.

"Independiente del estímulo monetario e incluso fiscal que se decida, estas medidas por sí mismas no generarán mucho crecimiento si no van acompañadas de reformas estructurales serias", ha avisado Draghi.

Para Guindos, el ejemplo español muestra que "cuando hay reformas estructurales, los canales de transmisión de los impulsos monetarios y fiscales funcionan mucho mejor".

"Debemos acelerar la aplicación de nuestra ambiciosa agenda de reformas estructurales para mejorar la competitividad de nuestras economías e impulsar el crecimiento y el empleo", ha coincidido Dijsselbloem. "No podemos confiar únicamente en la política monetaria", ha apuntado.

Para Katainen, "sin auténticas reformas, aplicadas de forma eficaz, no tendremos un crecimiento sostenible y creación de empleo". "Ningún país es inmune a la necesidad de reformas", ha subrayado el comisario finlandés.

Durante la reunión del Eurogrupo no se ha abordado en detalle la situación en Francia, que ha dicho que necesitará otros dos años extra para corregir su déficit excesivo. No obstante, el comisario de Asuntos Económicos ha avisado de que para obtener esta prórroga se necesitan dos condiciones: en primer lugar, un empeoramiento no previsto de la situación económica; y también que el país haya aplicado medidas eficaces para corregir su déficit. El ministro galo, Michel Sapin, ha intervenido para dejar claro, según Guindos, que "no está pidiendo en absoluto ningún trato excepcional sino aplicar las reglas que en este momento tenemos en vigor".

Katainen ha adelantado al Eurogrupo cómo van los preparativos del plan de inversiones de 300.000 millones de euros prometido por el presidente designado de la Comisión, Jean-Claude Juncker.