La compañía pesquera Freiremar, que prescindió de 322 trabajadores en toda España a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y a los que no les abonó ni la indemnización ni el finiquito, ha ingresado 10 millones de euros con la venta de los derechos de pesca en el caladero de NAFO (del Atlántico Noroeste). Pero el dinero, puntualiza el abogado de la acusación Pedro Feced, se ingresó en una sociedad que está fuera del grupo de empresas en concurso de acreedores afectadas por el ERE. "El dinero se destinó en cuatro pagos a la sociedad Pesca Herculina", apunta el mismo letrado después de haberse celebrado el juicio contra el expediente colectivo de extinción. Pesca Herculina tiene su sede social en el Puerto de La Luz y se dedica, según la inscripción que aparece en el Registro Mercantil de Las Palmas, al comercio al por mayor y al por menor de toda clase de mercancías.

El ERE afectó a 40 trabajadores de las Islas, y la compañía se ofreció a abonarles la indemnización y las nóminas adeudadas en 18 meses "pero sin garantías". Una propuesta sujeta siempre a la posibi- lidad de que Freiremar ingresara dinero por la concesión de una línea de crédito sindicada (con va-rias entidades) o por la venta de activos. Estas circunstancias, que pa-ra la empresa no se han dado, han provocado que los únicos ingresos de los despedidos se limite a la prestación por desempleo. Pero los letrados que representan a los trabajadores sostienen lo contrario, toda vez el propio informe concursal reconoce que se han vendido por 10 millones los derechos de pesca de tres barcos.

El problema, sostienen las mismas fuentes, es que no consta que el ingreso se haya producido "dentro del grupo de empresas que ejecutaron despidos" por el ERE, un total de siete repartidas por toda España. En el juicio, celebrado en la Audiencia Nacional el pasado día 30, la compañía no ofreció una mejora en su oferta para cumplir con los pagos a los trabajadores despedidos. "Se mantienen en 26 días por año trabajado y a 18 meses, pero sin asegurar que se va a formalizar el ingreso", explica un representante del comité de empresa. "Por esta razón los trabajadores nos negamos a aceptar la misma propuesta planteada" por la firma pesquera, con base en La Luz.

La cuota vendida era propiedad de tres buques arrastreros: el Festeiro, el Folías y el Fakir. Los tres están en venta. "Nos consta que había ofertas superiores", indica uno de los letrados. Incluso dentro del sector se especula con que existía una propuesta de compra que incluía tanto la cuota como los tres buques ahora parados.

Sobre la resolución del expediente, el abogado Pedro Feced se confiesa "optimista" y cree que los magistrados se pronunciarán en los próximos días. "Estimamos que puede salir la sentencia a mediados de este mes", explica. A partir de ahí podría anularse el despido colectivo de 322 trabajadores.