La prima de riesgo española, que sirve para medir la confianza de los inversores en el país, se situó ayer por debajo de los 100 puntos básicos (99,59) por primera vez desde mayo de 2010. Igual que el euro, cuya cotización cayó hasta los 1,2033 dólares, la más baja en los últimos cuatro años y medio. El artífice ha sido el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien anunció que el organismo que pilota ya está preparado para combatir el riesgo de deflación e impulsar el crecimiento en la zona euro.

Los inversores han interpretado el mensaje de Draghi como una clara señal de que el BCE aprobará en su próxima reunión de finales de enero la compra de bonos soberanos europeos, lo que ha provocado que el interés del bono español a diez años marcase un nuevo mínimo histórico al situarse en el 1,5%. Y eso es precisamente lo que ha hecho que la prima de riesgo -diferencial entre el interés de la deuda española a una década con su homólogo alemán- cayese incluso por debajo de los 98 puntos básicos en algunos momentos de la jornada.

Estos niveles no se conocían desde mayo de 2010, cuando se aprobó el rescate de Grecia. A partir de ahí no dejó de subir durante dos años, hasta que en julio de 2012 se disparó y se situó en los 638 puntos básicos, lo que hizo temer el rescate de España.

Mario Draghi aseguró, en una entrevista publicada ayer por el diario alemán Handelsblatt, que en el BCE "estamos en preparaciones técnicas para ajustar el tamaño, la velocidad y la composición de nuestras medidas a principios de 2015 si resulta necesario reaccionar a un periodo demasiado largo de baja inflación. Hay unanimidad en el Consejo de Gobierno sobre esto". Y es que, según advirtió, "el riesgo de que no cumplamos nuestro mandato de estabilidad de precios es mayor que hace seis meses".

La inflación a la que aspira el BCE es del 2%, pero la realidad está muy alejada de dicha tasa. En la eurozona se situó el pasado noviembre en el 0,3%, sólo por encima de los niveles observados en octubre de 2009, cuando la zona euro trataba de dejar atrás la recesión. En el conjunto de la Unión Europea (UE), la tasa de inflación interanual se situó en el 0,4%, una décima por debajo del dato del mes anterior.

Draghi aprovechó la entrevista en el rotativo alemán para advertir también de que "la triada formada por la debilidad de las reformas, la burocracia y la presión fiscal dañan la recuperación europea". Añadió que "si no lo solucionamos, nuestro crecimiento seguirá débil", e hizo hincapié en que Europa soporta la mayor carga fiscal, lo que supone "una grave desventaja competitiva".

Y es que, según Draghi, Europa debe aumentar las inversiones en investigación, ciencia, educación y tecnología digital y, paralelamente, reducir todos los otros gastos y la carga fiscal.

El presidente del BCE también indicó que a partir de ahora el organismo sólo tomará decisiones sobre las tasas de interés cada seis semanas, y no una vez al mes como lo había hecho hasta ahora.

Draghi explicó este cambio de ritmo como una reacción a las expectativas exageradas de los mercados que, en caso de no cumplirse, tiende a generar turbulencias para las que no hay ninguna justificación económica objetiva.

El máximo responsable del BCE descartó dejar este organismo y pasarse a la política para, por ejemplo, convertirse en sucesor del presidente italiano Giorgio Napolitano. "No quiero ser político. Mi mandato en el BCE rige hasta 2019", afirmó.

El Banco de España, por su parte, confirmó ayer que el euribor -índice que sirve de referencia para el cálculo de la mayoría de las hipotecas- marcó en diciembre un mínimo histórico en el 0,329%. Este descenso permitirá que una hipoteca media de 120.000 euros a 20 años y que se tenga que renovar ahora, podrá ahorrarse hasta 150 euros al año.

Petróleo

El precio del petróleo se volvió a situar ayer en el ojo del huracán, tras conocerse que el rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdelaziz, de 90 años, está ingresado y que ayer fue intubado tras detectársele una neumonía que le dificulta la respiración.

Arabia Saudí es el primer productor mundial de petróleo, lo que le permite lleva la voz cantante en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que ha decidido mantener el nivel de producción de crudo pese a la caída del precio, lo que perjudica a otros países, como Rusia y Venezuela. Los mercados están atentos a la evolución de la salud de Abdalá bin Abdelaziz ante la incertidumbre que generaría un proceso sucesorio.