Las ventas del comercio minorista registraron en el último mes del pasado año en las Islas una subida del 7,1% con respecto al mismo periodo de 2013. Este incremento interanual, el mayor desde al menos 2006, cuando arranca la serie ofrecida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), supone un año y medio de avances. Canarias logró además anotarse el mayor crecimiento medio anual de todo el Estado, con un 4,6%.

La escalada ya no puede explicarse tan solo por el tirón del turismo, que probablemente sí sea el factor que coloca al Archipiélago a la cabeza del ranking. El consumo interno también mejora, bien porque los últimos datos macroeconómicos sacan definitivamente de su letargo a los compradores que no han perdido poder adquisito durante la crisis pero preferían ver el cese de la tormenta antes de desempolvar la billetera, o bien porque la caída de los precios ha dibujado un panorama asequible para mayor número de ciudadanos.

El saldo en el conjunto de las comunidades autónomas se quedó en el 0,9%, lo que da idea de la pujanza de la actividad comercial en el Archipiélago. En cualquier caso, España logró en diciembre crecer por vez primera desde el inicio de la crisis con respecto a doce meses antes. Lo hizo además con vigor -6,5%- en la estadística que incluye correcciones estacionales y de calendario.

A la vista de los datos, el director general de Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias, Gustavo Matos, celebró que las Islas se sitúen a la cabeza tanto en volumen de negocio como en el aumento del empleo en el sector, con un 1,6% que solo pudo igualar Baleares, mientras la media estatal frenó su avance en el 0,1%.

El político socialista consideró que los "buenos datos son el resultado de la buena marcha del sector turístico, pero también del buen hacer de un sector que ha sabido aprovechar esa afluencia de consumidores con una oferta comercial competitiva".

También destacó que lo que comenzó siendo un par de meses con resultados positivos ha desembocado en una tendencia que se ha consolidado tras año y medio encadenando aumentos de ventas y ocupación en el comercio.

El aumento de la renta disponible de los ciudadanos por la rebaja del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) dibuja un panorama halagüeño, si bien los comerciantes tendrán que hacer frente a un retroceso en el número de visitantes, principalmente nórdicos y alemanes, y a la consiguiente reducción del volumen de gasto que genera el turismo.