El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, no da demasiada importancia a los movimientos que últimamente se han producido en los mercado financieros, con crecimientos bruscos de los rendimientos de la deuda pública y brotes de nerviosismo en las Bolsas. "Los mercados tendrían que acostumbrarse a periodos de una mayor volatilidad", declaró el banquero italiano tras la reunión del consejo de gobierno del BCE, que ayer decidió mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,05%. El presidente del BCE aseguró que la entidad no se plantea variación alguna de su actual política monetaria, que incluye la compra masiva de deuda pública para estimular el crecimiento y reconducir la senda bajista de la inflación. "Si fuera necesario, podemos reconsiderar su volumen, distribución temporal y el diseño de nuestras medidas, pero actualmente no hace falta", añadió.