El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha anunciado este viernes que convocará un referéndum el próximo 5 de julio para que sea el pueblo griego quien decida sobre el acuerdo con la antigua troika para continuar con la ayuda financiera al país.

La decisión de Tsipras ha tenido lugar por sorpresa en un discurso a la nación emitido por televisión en el que ha criticado que las propuestas de las instituciones para aliviar la situación financiera supondrían un empeoramiento del mercado laboral heleno, además de una subida de impuestos.

El anuncio de Tsipras ha tenido lugar horas después de su regreso de Bruselas, donde la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han ofrecido al Gobierno heleno un acuerdo que ha rechazado por considerarlo un "chantaje".

El Parlamento griego se ha reunido en sesión extraordinaria para votar sobre la petición del Gobierno de Alexis Tsipras de celebrar un referéndum. La pregunta sobre la cual los ciudadanos deberán pronunciarse es si aceptan o no la propuesta que los acreedores han ofrecido al Gobierno.

La constitución helena estipula que el referéndum lo convoca formalmente el presidente de la República a petición de la mayoría absoluta del Parlamento, es decir 151 diputados.

En la actualidad, la coalición de Gobierno, formada por el izquierdista Syriza y el nacionalista Griegos Independientes, cuenta con una amplia mayoría de 162 diputados.

El acuerdo se basaría en una prórroga de cinco meses al rescate y una financiación total de en torno a 15.500 millones de euros para hacer frente a sus próximos vencimientos de deuda siempre que Atenas cierre un acuerdo sobre su plan de reformas en la reunión decisiva del Eurogrupo este sábado.

"Estas propuestas, que claramente violan las normas europeas, el derecho básico a trabajar, la igualdad y dignidad, demuestran que el objetivo de algunos de nuestros socios e instituciones no es alcanzar un acuerdo viable para todas las partes, sino posiblemente la humillación de toda una población", ha criticado el mandatario.

Tsipras, que se ha comprometido a respetar el resultado del referéndum, ha afirmado que su "responsabilidad" es con el futuro del país. "Esta responsabilidad nos obliga a responder al ultimátum a través de la voluntad soberana del pueblo griego", ha afirmado.

Tras el anuncio, varios ministros han mostrado su confianza en que los griegos votarán 'no' en la votación y rechazarán las demandas de los acreedores, aunque han dejado abierta la cuestión de qué otras opciones tiene el país además de abandonar el euro.

El referéndum sitúa el debilitado sistema bancario griego en el centro del foco, que depende de las ayudas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) para mantenerse a flote tras las masivas retiradas de efectivo que se han producido en las últimas jornadas y que a finales de la semana pasada alcanzaron más de 1.000 millones de euros.

Sin embargo, el viceprimer ministro, Yannis Dragasakis, ha asegurado tras la reunión de emergencia del gabinete de Gobierno que los bancos abrirán el próximo lunes como una jornada normal y que el Gobierno no tiene previsto realizar controles de capital.

Por su parte, tanto la canciller alemana, Angela Merkel, como el presidente francés, François Hollande, han mantenido un encuentro privado con Tsipras de unos 45 minutos en Bruselas en el que han instado al mandatario griego a aceptar la "generosa" oferta de sus acreedores.

"Hemos dado pasos hacia Grecia", ha defendido Merkel tras el encuentro. "Ahora le toca al lado griego a dar un paso similar", ha instado la canciller, que ha resaltado que este momento es "decisivo" para alcanzar un acuerdo.