La cancelación de dos vuelos de la aerolínea SunExpress , con base en Antalya, Turquía, en la noche del pasado viernes, que debían llegar a la isla procedentes de Alemania dejó en tierra a 400 turistas que debían regresar a Hannover y a Nuremberg. Unos 60 viajeros pasaron la noche en el aeropuerto de Fuerteventura, mientras que el resto fueron realojados en distintos hoteles, aunque debieron esperar varias horas ante la falta de respuesta de las empresas de guaguas que no atendieron las llamadas del Cabildo de Fuerteventura. Ayer, regresaron a Alemania.

Ante la situación que se había generado en el aeródromo insular, los responsables de AENA solicitaron la colaboración de Cruz Roja cuyos voluntarios aportaron 220 mantas, así como de la Guardia Civil y Policía Nacional.

Una vez más se repite la misma historia en detrimento de la imagen turística de Fuerteventura. A esta nueva situación, sobre las 22 horas, las empresas de transportes de viajeros no atendieron las reiteradas llamadas del Cabildo insular y, finalmente, tuvieron que ser los vehículos de Oasis Park Fuerteventura, quienes se encargaron del traslado de los viajeros afectados hasta los diferentes hoteles donde pernoctaron hasta su salida a su país de origen.

Fuentes de AENA señalaron a este periódico que "solo se quedaron en el aeropuerto unos 60 viajeros que decidieron permanecer en las instalaciones, donde fueron atendidos en todo momento por personal de AENA y de la compañía. Además, se reforzaron los servicios de seguridad y cafetería".

Las mismas fuentes, apuntaron, que "se contactó con el Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil para que establecieran refuerzos, se puso un vigilante fijo en la terminal del aeropuerto toda la noche, se amplió el horario de personal de mantenimiento eléctrico, se incorporó un responsable de SATE por si hacía falta recuperar alguna maleta y tres personas del Handlig y personal de AENA estuvieron toda la noche en el aeropuerto para atender a los pasajeros que decidieron pernoctar".

Promesa

Existen antecedentes de este suceso en la isla. Hace poco más de un mes, el pasado 8 de noviembre, la avería de un avión provocó que 153 turistas tampoco pudieran regresar a su país de origen. Los problemas para trasladarlos a los hoteles se multiplicaron por la falta de respuestas de las empresas de transportes que no atendían las llamadas de los responsables de la Consejería y Patronato de Turismo.

Ante la pésima imagen ofrecida a los turistas, el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, anunció que la institución crearía un retén de guaguas para atender a los turistas que no retornen a sus domicilios. Sin embargo, semanas después ni se ha creado el retén ni ha habido respuesta por parte del Cabildo majorero para afrontar esta situación.

Aunque parezca una paradoja, la solución del alojamiento de los turistas afectados llegó desde Marruecos. El gerente del Patronato de Turismo, Moisés Jorge, de vacaciones en Agadir, tuvo que realizar gestiones durante más de cuatro horas con distintos directores de la Isla para lograr el alojamiento".