La Comisión Europea (CE) dio ayer luz verde a la compra por parte de la cervecera belga AB InBev, líder mundial en el sector, de su competidora SABMiller, accionista mayoritaria de la Compañía Cervecera de Canarias, fabricante de Dorada y Tropical, a condición de que la primera venda prácticamente todo el negocio de la segunda en Europa.

"Los europeos compran al año cerveza por unos 125.000 millones de euros, por lo que incluso un pequeño incremento en el precio podría dañar considerablemente a los consumidores", indicó la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, en un comunicado. Por esa razón, esgrimió que "era muy importante asegurar que la compra por AB InBev de SABMiller no reduciría la competencia en los mercados europeos de cerveza".

AB InBev cerró el año pasado la compra de su competidora por 99.400 millones de euros para crear un gigante del sector. Si se incluye la deuda financiera del grupo anglo-sudafricano la operación alcanza los 112.000 millones de euros.

La Comisión temía que esa transacción, tal y como estaba planteada en un principio, pudiera incrementar los precios de la cerveza en los Estados miembros en los que SABMiller está actualmente activa -Italia, Holanda, Reino Unido, Rumanía y Hungría-. En cambio, AB InBev ofreció a Bruselas deshacerse de prácticamente todo el negocio cervecero de la inglesa en Europa para disipar esas dudas.

AB InBev tiene marcas como Corona, Stella Artois o Budweiser, mientras que SABMiller tiene Miller, Peroni, Pilsner Urquell o Grolsch, entre otras.

España, y por ende Canarias, queda fuera de ese acuerdo debido a que la compañía belga no produce en el país y, por lo tanto, no entra en competencia con ninguna marca nacional. Tropical y Dorada, pues, quedarán englobadas en la gran cervecera mundial, tal y como conformaron ayer fuentes de la empresa canaria.

La Comisión recordó que la fusión de ambas empresas creará un líder mundial que venderá "el doble de cerveza y ganará cuatro veces más" que Heineken, actualmente la tercera mayor cervecera del mundo, y "venderá cinco veces más cerveza y ganará doce veces más" que Carlsber, la cuarta.

En Europa, donde Heineken y Carlsberg son líderes de mercado, la fusión aúna a la tercera y a la cuarta cervecera en términos de volumen.

La investigación preliminar de la CE halló que la fusión podía elevar los precios en Europa y que la reducción de rivales podría aumentar la probabilidad de coordinación táctica de precios, de manera que el líder en el mercado toma la iniciativa y los eleva con la expectativa de que sus competidores le sigan.

Ante la preocupación del órgano de gobierno de la Unión Europea, AB InBev ofreció desinvertir en todo el negocio de SABMiller en Francia, Italia, Holanda y el Reino Unido, un paquete de acciones por el que la compañía ya ha aceptado una oferta de la japonesa Asahi, apuntó la Comisión.

Además, para afianzar la propuesta y posibilitar el visto bueno de Bruselas, la empresa belga ofreció la venta de los negocios de SABMiller en la República Checa, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia.

"En su conjunto, estos compromisos hacen frente a las preocupaciones de la CE sobre competencia", señaló el Ejecutivo comunitario, que precisó que su decisión de aprobar el acuerdo "está condicionada por el total cumplimiento de los compromisos".

La Comisión se mostró segura en su comunicado que, una vez se culmine la transacción, "la intensidad de la competencia en los mercados europeos de cerveza permanecerá sin cambios".