"Problemas de operativa". Esa es la explicación que la aerolínea Vueling da por el momento a los numerosos retrasos que ha acumulado durante el fin de semana, primera operación salida del verano. El Ministerio de Fomento, disconforme con la escasa información aportada hasta el momento ha abierto expediente a la compañía para conocer a fondo las causas, que en Canarias se han revelado en forma de numerosos retrasos durante el fin de semana.

El vuelo Barcelona-Gran Canaria programado para las 21.40 horas del sábado levantó finalmente el morro a las 00.46 de ayer, con más de tres horas de retraso. El que en la tarde de ayer tendría que haber despegado a las 19.00 horas desde Fuerteventura con rumbo a la Ciudad Condal acumulaba más de tres horas de demora al cierre de esta edición.

Son solo dos ejemplos del caos que padece la aerolínea en los últimos días y que llevaron a su director general comercial, David García Blancas, a emitir un comunicado ayer volviendo a pedir disculpas a los pasajeros -ya lo hizo el sábado- y asegurando que "la situación está mejorando". Esa supuesta mejoría no impidió, sin embargo, la previsión de cancelar catorce de los casi 700 vuelos programados en la jornada dominical.

García Blancas afirmó que toda la plantilla está trabajando "al máximo nivel" para solventar los "problemas de operativa" de los últimos días "con la mayor brevedad posible", reforzando los turnos de trabajo y contratando servicios extra durante el fin de semana, especialmente en el área de atención al cliente. "Todo ello con el fin de ofrecer a nuestros pasajeros el servicio y la calidad que merecen", declaró el directivo.

La mayor concentración de problemas la vivió el aeropuerto de El Prat , donde los pasajeros denunciaron una total ausencia de información en la jornada del sábado. La compañía ha abierto una línea de atención al cliente (931 22 08 51) y ofrece información actualizada del estado de los vuelos a través de su página web y su aplicación para móviles.

Vueling abrió en junio su primera sucursal fuera de Barcelona. Precisamente en el Archipiélago y bajo el paraguas de las ventajas fiscales que ofrece la Zona Especial de Canarias (ZEC).