La desigualdad en el periodo 2008-2015 sitúa a Canarias por encima de la media nacional tanto en el riesgo de pobreza como en la carencia material severa de las familias isleñas. Al cierre del pasado año un 5,18% de los hogares españoles se encontraban en severos índices de pobreza, mientras que en Canarias este porcentaje se elevaba hasta el 8,70%. Este proceso de desigualdad se ha acentuado en las Islas como consecuencia de factores como el paro de larga duración y la brecha salarial que se ha incrementado en los últimos años, debido al elevado número de asalariados a tiempo parcial y grupos vulnerables como los jóvenes y las mujeres que tienen unos salarios por debajo de la media regional, que ya de por sí es inferior al nivel retributivo nacional.

En el caso de Canarias, la brecha entre los mayores y menores salarios pasa de 2,78 veces en 2008 a 2,94 en 2015; es decir, que el asalariado de mayor renta gana casi tres veces más que el asalariado de menor renta. La desigualdad es menor entre los asalariados a tiempo completo respecto a los trabajadores a tiempo parcial.

Casi un tercio de los hogares de las Islas presentan riesgo de pobreza (28,36%) después de siete años de recesión frente al 18,5% de la media nacional. Este escenario apenas ha variado con una estadística que se asemeja a la tasa de paro, el índice de abandono escolar o el porcentaje de la economía sumergida en las Islas, cifras que oscilan desde que se inició la crisis entre el 25 y el 30%.

El último boletín de coyuntura del Consejo Económico y Social (CES) refleja que la renta disponible en los hogares canarios ha sufrido también los recortes durante los años de crisis, aunque han habido ligeras mejoras, sobre todo a partir de 2014. De esta forma, en 2008 la renta media en la mitad de los hogares canarios era de un máximo de 23.080 euros al año mientras que, seis años después, esta cifra había bajado a los 17.423 euros, es decir, una caída media de 5.700 euros.

La ligera mejoría experimentada en 2015 en los ingresos de los hogares no alcanza a todos por igual ya que las familias con mayores ingresos suelen sufrir mayor pérdida en términos cuantitativos, pero su recuperación es más rápida frente a los núcleos familiares con mayores problemas para encontrar trabajo.

Por sexos, el informe del CES vuelve a ratificar que la desigualdad social, laboral y salarial castiga más a las mujeres que a los hombres. Así, el órgano consultivo especifica que un varón de mayor renta gana 2,43 veces más respecto de un varón asalariado de menor renta, pero una mujer asalariada de mayor renta cobra 2,71 veces más respecto de una mujer de menor renta. No obstante, la desigualdad entre varón/mujer es bastante más elevada, y así, en Canarias y para 2015, el asalariado de mayor renta gana casi cuatro veces más respecto de la mujer asalariada de menor renta.

El CES concluye la escasa redistribución procedente de los programas de prestaciones sociales debido a la disminución de sus cuantías. Por ello, el órgano consultivo sugiere la implantación de una mayor progresividad en la presión fiscal directa que permita redistribuir desde las renta más altas a las más bajas.