La carne de pollo que se vende en los supermercados, la que sirven los restaurantes y la que ofrecen a los turistas los hoteles del Archipiélago procede, en su gran mayoría, de Brasil. De las 37.782 toneladas de este alimento que se importó congelado a las Islas en 2015, más de dos tercios -25.689 toneladas- vino del país sudamericano. En comparación con el año anterior, la compra de pollo a Brasil se incrementó un 2,46%, lo que se traduce en 617 toneladas más. El principal motivo por el que los importadores isleños acuden a este mercado es la capacidad que posee ese país para producir carne de forma masiva, manteniendo bajos los costes, y, por ende, bajo el precio final del producto, entero o en piezas, que ofrece a los compradores.
"El pollo es un alimento barato que hace que sea muy demandado en una comunidad donde existen graves problemas de paro", expone el presidente de los importadores de carne, Impocarne, y propietario de Cárnicos Menceyes, Samuel Ascanio. La producción local, apunta, "no tiene capacidad para abastecer todo el mercado", ya que, además de atender al consumidor canario, hay que tener en cuenta los millones de turistas que cada año llegan al Archipiélago, esgrime.
Países exportadores
Países Bajos y Bélgica se sitúan como los principales vendedores de carne de pollo tras Brasil, con 2.950 y 1.898 toneladas, respectivamente. Y aunque la carne de esta ave es la que más se importó durante 2015 -un 54,9% de las 68.813 toneladas de carne que desembarcaron en las Islas el año pasado-, el 33,6% fue carne de bovino -23.134 toneladas- y el 22.9% de cerdo congelado -15.754 toneladas-, según datos de la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Ejecutivo regional.
Si se atiende a la importación de carne por país de procedencia, se aprecia que también es Brasil la potencia que más exporta a Canarias. Durante el pasado año llegaron del Estado sudamericano 33.996 toneladas, ya que a la de pollo se suman 8.306 toneladas de carne fresca y congelada de vaca. Uruguay y Bélgica, con 4.141 y 2.116 toneladas, son los otros dos países con mayor volumen de ventas hacia el Archipiélago.
Los importadores defienden el apoyo a su actividad y censuran el recorte de las ayudas contempladas en el Régimen Específico de Abastecimiento (REA) que el Gobierno regional aprobó a finales de julio. Si bien esta reducción solo afecta al queso amarillo y de mezcla y a la leche líquida, los empresarios temen que continúe "la persecución" a su actividad.
Al respecto, el presidente de la Asociación Canaria de Empresarios Importadores y Distribuidores de Productos de Consumo (Adican), Pedro Peña, subraya que si persiste el "acoso", el precio de la cesta de la compra subirá. Por contra, el director general de Ganadería del Ejecutivo regional, David de Vera, insiste en que no existe ninguna persecución, sino la intención de "proteger" la producción local para alcanzar el 30% de autoabastecimiento.
La importación de carnes cuenta con exenciones arancelarias, una circunstancia que Peña considera "fundamental" para que se sostenga su actividad y no se produzca un desabastecimiento de carnes en el Archipiélago.
Sin embargo, el presidente de COAG-Canarias, Rafael Hernández, cree que esta situación deja en clara "desventaja" al ganadero local. Hernández añade que en Canarias los productores tienen que cumplir los requisitos de bienestar animal y condiciones sanitarias impuestos por la Unión Europea (UE), más restrictivos que los existentes en otros países. "Así, aquí es más caro producir", apunta, por lo que lamenta que los ganaderos locales tengan que enfrentarse a numerosas dificultades para seguir adelante con sus negocios con menos ayudas que a la importación, denuncia.
La producción cárnica total en las Islas ascendió a 21.980 toneladas en la campaña de 2015, lo que supone que el 24% de la carne que se comercializó en 2015 tenía su origen en las Islas. De éstos, 12.421 toneladas eran de pollo, según datos de los mataderos de Canarias, lo que sitúa a este animal en la cúspide de la producción cárnica isleña. En segundo y tercer lugar se sitúan la de cerdo y vacuno menor, que alcanzaron los 5,7 y 1,5 toneladas, respectivamente.
David de Vera reconoce que actualmente no hay capacidad para superar ese nivel de producción, pero subraya que las medidas adoptadas por el Ejecutivo, como las modificaciones en el Posei y los recortes en el REA para las importaciones que "ponen en riesgo la producción local", recalca, van encaminadas a impulsar al sector primario del Archipiélago.
Hilario Torres es importador y ganadero, por lo que conoce muy bien las dificultades que conlleva actuar desde los dos frentes. De un lado, Torres lamenta que los trabajadores del sector primario canario se encuentren en "desventaja" y, de otro, espera que las ayudas a las importación no disminuyan porque el precio que tendría que pagar el consumidor canario sería mayor. "Cada actividad tiene sus pros y sus contras", concluye.
