Por segundo mes consecutivo, Canarias crea empleo pero no puede evitar que aumente el número de ciudadanos inscritos en las listas del paro. La Seguridad Social contabilizó 8.189 personas más trabajando en octubre, pero los desempleados son ahora 1.973 más que hace un mes. El Archipiélago siguió la mala tónica general de España aunque con menor intensidad (0,85%), donde solo cuatro comunidades autónomas lograron mejorar sus registros y el país se anotó 44.685 parados más (1,20%) a pesar de crear 101.335 empleos.
La Confederación Canaria de Empresarios (CCE) y el sindicato UGT-Canarias coincidieron ayer en atribuir esta aparente contradicción al efecto llamada que se deriva de la mejora de los datos macroeconómicos: las expectativas de encontrar empleo aumentan y eso anima a los ciudadanos a cumplir con el trámite para darse de alta en las oficinas de empleo.
Corrobora sus afirmaciones la concentración de la mayor parte del crecimiento de las cifras del paro (1.143) en el colectivo de quienes buscan empleo por vez primera. A ellos se añaden otros 942 en el sector servicios, lo que, siguiendo con la teoría de la mejora de las expectativas como principal nutriente de las listas del paro, encajaría con la llegada de la temporada alta turística y la perspectiva de que se incrementen las plantillas en los hoteles. Agricultura sumó 204 parados más e industria, otros 33. Solo la construcción (-349) presentó un comportamiento deseable.
Las listas se resisten
Ese efecto llamada y la alta tasa de actividad de las Islas, superior a la del país y en parte sustentada por una media de edad también más baja, explican que Canarias sea la segunda comunidad autónoma que más ha avanzado en creación de empleo en el último año (5,24%) y, sin embargo, la que menos ha conseguido reducir la nómina de desempleados (-5,78%). Mientras en afiliación supera con creces la media nacional (3,44%), en desempleo se queda muy lejos (-9,85%).
El paralelismo entre patronal y sindicato se ciñe a la explicación del fenómeno que origina el dispar comportamiento de las cifras de afiliación a la Seguridad Social y de las listas del paro. A partir de ahí, la discrepancia en cuanto a la evolución del mercado laboral es clara.
El secretario general de la CCE, José Cristóbal García, incidió en el tamaño del aumento. Los 8.189 afiliados más de octubre no superan los 9.802 del mes anterior, pero sí, y por mucho, las cifras alcanzadas en el resto del año. "Un dato excelente", destacó.
Sin embargo, Miguel Ángel Suárez, miembro del Gabinete Económico de UGT-Canarias, señaló que la buena marcha de la creación de empleo se basa en buena medida en "la alta rotación" que lleva a pasar por un mismo puesto a cuatro o cinco personas "con contratos de siete u ocho días". El sindicalista responsabilizó del crecimiento de esa práctica a la reforma laboral abordada por el Gobierno del PP en 2012 y exigió a las autoridades que intensifiquen la vigilancia para evitar que se produzca cuando el puesto de trabajo a desempeñar no justifique la entrada y salida continua de trabajadores.
En el décimo mes del año se firmaron 74.070 contratos en el Archipiélago, un 4,32% más que en septiembre. De la cifra total, solo un 12,4% (9.188) tenían carácter indefinido, los 64.882 restantes incluían una fecha de caducidad.
En el reparto provincial del aumento del paro, Santa Cruz de Tenerife fue la provincia que peor parada salió (1.116 más). En Las Palmas, el incremento se detuvo en 857. Por sexos, creció mucho más entre las mujeres (1.575 más) que entre los hombres (398).
Los menores de 25 años integran uno de los colectivos que mayores problemas encuentra para incorporarse a un puesto de trabajo. En octubre el paro creció en este segmento de población un 9% y solo un 0,3% entre el resto. Más acentuada es la divergencia en los últimos doce meses, tiempo en el que se redujo un 7,2% el desempleo entre quienes superan esa edad y se disparó un 18,2% entre quienes no la han alcanzado.
La directora general de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Lola Pérez, advirtió que la falta de respuesta ante este problema generará graves consecuencias para esta generación de jóvenes y limitará "el crecimiento potencial de la economía en el largo plazo". Con todo, la propia institución cameral recordó que la situación del paro juvenil ha mejorado en los tres últimos años, pasando de los 21.441 menores de 25 años desempleados de octubre de 2013 a los 16.125 actuales.
Otro de los grandes problemas en torno al desempleo estriba en la gran cantidad de parados que han agotado todas la prestaciones. En septiembre -esta estadística se ofrece con un mes de retraso- las oficinas de empleo tenían registrados a 230.901 canarios en busca de un puesto de trabajo. De ellos, 123.193 no tenían ingresos, es decir, seis de cada diez (60,4%). Cierto es también que el aumento de quienes se apuntan por vez primera y que, por tanto, no han generado derecho a la retribución, eleva el índice.
Al respecto, el sindicalista Miguel Ángel Suárez anunció el crecimiento de "una bolsa de marginalidad que amenaza la cohesión social". Por ello, demandó políticas activas de empleo capaces de reintegrar a estas personas a un mercado laboral libre de precariedad.
