La economía avanza y cada vez son más quienes acumulan capitales y patrimonios merecedores de entrar en el capítulo de la banca privada. El dinamismo continuará siendo la tónica habitual en el corto plazo a pesar de las importantes incertidumbres existentes y así lo entienden los analistas de BBVA. Tanto es así, que han decidido elevar el límite para entrar en banca privada, desde los 300.000 euros actuales hasta el medio millón y, pese a ello, esperan incrementar en un 25% tanto su clientela como el capital gestionado durante los próximos tres años.
Así lo anunció ayer en la capital grancanaria el director de Banca Privada de la entidad, Jorge Gordo, quien señaló que en la actualidad gestionan en las Islas activos por valor de 1.300 millones de euros correspondientes a 1.300 clientes con al menos esos 500.000 euros. El reto para Maite Bautista, directora de banca privada de BBVA en el Archipiélago, es hallar hasta 2019 otros 325 clientes que posean ese capital.
Un total de 68 "grupos familiares", en palabras de Gordo, son los propietarios de 336 millones de euros de ese total de 1.300. Son los que acceden a la Banca de Patrimonios por poseer activos por valor de más de dos millones de euros. Como muestra de la buena salud de la economía en algunos segmentos, basta conocer que hace un año solo eran 60 los grupos que se repartían 313 millones de euros. Es decir, el avance en 2016 alcanzó el 7%.
La inversión tecnológica y la cercanía con los titulares de los patrimonios y capitales gestionados son las bazas que utilizará el banco que preside Francisco González para cubrir los objetivos que se ha marcado. Sacar del club de la banca privada a quienes se mueven en la horquilla de entre 300.000 y 500.000 euros provocará que cada banquero privado deba atender a un menor número de clientes. "Lo que no quiere decir que abandonemos a los que se quedan fuera por el nuevo límite. Mantendrán los mismos servicios y tendrán gestores de banca personal a su disposición", explicó Gordo.
Durante la tarde, los directivos mantuvieron un encuentro con sus clientes canarios para exponerles las perspectivas económicas en el futuro más próximo. Enrique Marazuela, director de Inversiones de BBVA Banca Privada, detalló que la economía mundial mantendrá la senda del crecimiento al menos hasta 2018.
Toda vez que parecen superados los problemas de los países emergentes y se ha comprobado que el aterrizaje de China se produce sin "descarrilamientos", Marazuela señaló que las incertidumbres son ahora otras, en referencia a las tendencias "proteccionistas" de algunos países desarrollados -especialmente Estados Unidos de la mano de Donald Trump- y los resultados electorales que se den en Francia, Holanda y Alemania, y que pueden determinar el caminar futuro de la Unión Europea.
En cuanto a rentabilidades, el también presidente de la CFA Society Spain otorgó el rol de "activo estrella" a la renta variable. El entorno de crecimiento mundial, el repunte moderado de la inflación y "una temporada fantástica de resultados", señaló, solo estropeada en Europa precisamente por el sector financiero, conforman la ecuación para el éxito. "Siempre teniendo en cuenta el perfil de riesgo del cliente", enfatizó Marazuela, "y los objetivos que persiga", añadió Gordo. Sobre el comportamiento de las divisas, los directivos no vislumbran que el dólar llegue más allá de la paridad con el euro, mientras que de la libra, tras el brexit, no es posible saber hasta dónde puede llegar en su caída.
