Endesa obtuvo un beneficio neto de 1.411 millones de euros en 2016, lo que supone un incremento del 30% con respecto al ejercicio anterior, y prevé pagar un dividendo de 1,333 euros brutos por acción con cargo a los resultados del año, con lo que elevará la retribución en la misma proporción. Para alcanzar esta retribución, Endesa pagará en julio de este año un dividendo complementario por importe de 0,633 euros brutos por acción con cargo a las cuentas de 2016. De esta forma cumplirá su objetivo de repartir el cien por cien de las ganancias entre sus accionistas.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) ascendió a 3.432 millones de euros, un 13% más, mientras que la deuda financiera neta se incrementó un 14%, hasta 4.938 millones. El cash flow derivado de las operaciones aumentó un 13%, hasta 2.995 millones.

La eléctrica superó durante el año sus objetivos financieros y, tras la mejora del beneficio, espera ganar otros 1.400 millones en 2017, así como 1.500 millones en 2018 y 1.700 millones en 2019, de modo que el incremento medio anual ascienda al 6%. Los ingresos de 2016 ascendieron a 18.979 millones de euros, un 7% menos que en el año anterior, mientras que la producción peninsular de electricidad registró un descenso prácticamente similar, del 7,7%, hasta 55.985 gigavatios hora (GWh). La compañía destacó ayer la evolución favorable del Ebitda en términos subyacentes, consistente en un incremento del 11% por el buen comportamiento del negocio liberalizado, así como la caída del 3% en los costes homogéneos.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, calificó de "excelentes" los resultados del año, que se produjeron en un contexto de "fuerte descenso de los precios medios de la electricidad en el mercado mayorista". La compañía confía ahora en convertir su plan de digitalización en "una palanca esencial en el desarrollo de los planes de eficiencia", lo que, sumado a la compra del 60% de Enel Green Power España que no poseía, servirá para impulsar el crecimiento. La eléctrica alcanzó durante el año un margen bruto de 5.652 millones de euros, un 3,1% más, gracias a la resistencia del margen de la empresa en el negocio liberalizado.

Tanto en 2015 como en 2016, y como parte de los programas de ajuste de plantilla incluidos en el plan de reestructuración de la empresa, Endesa registró provisiones para cubrir estos costes. Si en 2015 provisionó 380 millones, en 2016 esta partida se redujo a 226 millones. El número de clientes en el mercado liberalizado fue de 5,4 millones al cierre del periodo citado, con un aumento del 6,7% respecto del mismo periodo del año anterior.

Los resultados conseguidos se obtuvieron pese al impacto negativo de 38 millones de euros en sus cuentas para cubrir la parte que le corresponde de unas nuevas provisiones asumidas por Nuclenor relacionadas con la central nuclear de Santa María de Garoña. En su informe anual de auditoría, Endesa explica que Nuclenor, participada en un 50% por la eléctrica, está analizando en su calidad de sociedad titular de la central las condiciones impuestas por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para el eventual reinicio de la actividad de Garoña. Al margen de si el Gobierno autoriza finalmente la reapertura condicionada y de la decisión que tome ulteriormente Nuclenor, la sociedad titular de la central ha ido provisionando en los últimos años distintos importes para hacer frente al sobrecoste asociado a la situación en la que se encuentra la central.

El presidente de Endesa, Borja Prado, recibió 3,05 millones de euros en 2016 por el desempeño de sus funciones al frente de la compañía, un 4,8% más que en el ejercicio anterior, según el informe de remuneraciones remitido por la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).