El economista José Carlos Díez criticó duramente la política económica del Partido Popular (PP) durante su intervención en el Foro La Provincia, celebrado este martes en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria con el patrocinio de Caixabank, Lopesan y la Universidad del Atlántico Medio. El coordinador de la ponencia económica para el próximo Congreso del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) afirmó que los populares "siembran el caos" y la intención de los socialistas es "volver al orden" para afianzar una mejora de la economía que llegue a toda la sociedad. "Estamos en condiciones de conseguirlo, pero hacen falta un plan y un líder, papel para el que descartaría a Rajoy", explicó.

Díez destacó la planicie de la productividad durante los gobiernos conservadores, factor que, sin embargo, mejoró a un ritmo del 1,5% anual cuando el PSOE ha estado al frente del Gobierno de España. Además, explicó que si la traslación de la recuperación a la economía real no es más intensa es por la timidez de la inversión y una política laboral que, entre otras cuestiones, atenta contra el sistema de pensiones por la escasez de los salarios.

La España de 'Miau'

Según sus palabras, los populares durante la crisis han recortado el gasto en infraestructuras y las becas para estudiar en el extranjero mientras se duplican los costes para los universitarios. De tal manera que, como ha ocurrido en el pasado, solo podrán estudiar aquellos jóvenes "cuyas familias tengan dinero", situación que comparó con la que describió Benito Pérez Galdós en su novela Miau. Precisamente la educación es uno de los pilares en los que, a su juicio, debe basarse el futuro económico de España, donde todavía "el 40% de las personas en edad de trabajar no han finalizado la Educación Secundaria".

La otra base es la capacidad para convertir en producción y empleo el conocimiento que atesoran las universidades, lo que coloca a la innovación como una de las principales protagonistas de los modelos de éxito. En la medida en que se consiga, se conformará un tejido empresarial más sólido y "los sueldos serán más elevados".

Al hilo de lo anterior, señaló que el problema de España en 2012, cuando ya los populares habían accedido al Ejecutivo estatal, "no era de competitividad, sino de deuda". Por ello, concluyó que la verdadera crisis de ese año la generó el propio PP "y se llamaba Bankia", cuya situación "a punto estuvo de sacar a España del euro" y desembocó en el rescate bancario.

Ese peligro es el que, según su relato, propició una fuga "de 150.000 millones de euros" a lugares como Luxemburgo. "En las reuniones de banca privada siempre había tortilla de papas", señaló gráficamente en torno a la presencia de grandes fortunas españolas en esos encuentros para hallar acomodo al dinero lejos de España.

En presente, abogó por que los trabajadores recuperen parte del poder adquisitivo perdido en esos años, con especial énfasis en el sector alojativo, motor principal de la economía canaria. "No nos gusta que se produzca un incremento del 13% de los ingresos hoteleros, que suban los precios un 7%, lo que demuestra que el sector ya no está en crisis, y que los salarios caigan", relató echando mano de la estadística del pasado año.

Yendo más allá consideró "inmoral" que empresas cuyos ebitdas (beneficios brutos de explotación) crecen entre el 60% o el 70% no eleven los salarios de sus empleados. "Lo está pidiendo hasta el presidente del Banco Central Europeo" (BCE), expuso y señaló que hacerlo daría salud al sistema de pensiones de la Seguridad Social, permitiría pagar más a los pensionistas y, con ello, mejorar la capacidad de compra de estos "para que el ciclo de la economía circular se vuelva a poner en marcha".

De lo contrario, auguró un futuro incierto ante las jubilaciones y destacó que José Luis Rodríguez Zapatero dejó el sistema equilibrado en 2011, mientras que el año pasado cerró "con un agujero de 20.000 millones de euros, dos puntos del PIB" (producto interior bruto). A dicha amenaza añadió la que supone que los populares se hayan "comido la hucha", en alusión al fondo de reserva, que contaba hace seis años con 66.000 millones de euros. En conclusión, citó la necesidad de derogar la reforma laboral y hallar "un modelo sostenible" que garantice el futuro de las prestaciones.

La escasez salarial no fue el único dardo lanzado contra el negocio hotelero. El coordinador de la ponencia económica del próximo Congreso Federal del PSOE, además de recordar que el movimiento de las camareras de piso contra la explotación surgió en Canarias, puso también en el debe de los empresarios turísticos la escasa inversión en formación. "Tenemos una capacitación del capital humano inferior al 20% y somos el tercer país de la OCDE donde menos se invierte en formación. Ahora bien, sobre todo en el sector hotelero, si no tienes lo que buscas, ¿por qué no lo formas tú?", se preguntó.

Otro de los aspectos abordados fue el de la incidencia de la pobreza en las Islas. Si bien reconoció que, como en el conjunto de España, el proceso de convergencia "ha sido brutal desde los años 50", en Canarias "siete de cada diez personas no tienen dinero para atender un imprevisto, es decir, viven al límite". En ese contexto retornó a la necesidad de innovar para variar la tónica y expuso que Zapatero dedicó a ello el doble de recursos que Rajoy según el proyecto de presupuestos para este año.

Precisamente al abordar la aprobación de las cuentas para el presente ejercicio, José Carlos Díez aludió al diputado de Nueva Canarias (NC) por Las Palmas, Pedro Quevedo, presente en la mañana de ayer en el Gabinete Literario. Su voto en el Congreso de los Diputados puede inclinar la balanza en uno u otro sentido y por eso el economista le dijo: "Ahora va a parecer que si no hay presupuestos es culpa de Pedro Quevedo y no de que Rajoy haya rebajado desde 2011 un 30% la inversión destinada a Canarias".