Endesa no da su brazo a torcer y frente a las presiones de Iberdrola para desistir de forma definitiva de la reapertura de la central nuclear de Garoña, la más antigua de España, la eléctrica italiana aboga por un acuerdo de Estado. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, aseguró ayer en su discurso ante la Junta de Accionistas que anticipar "innecesariamente" el cierre de las centrales nucleares daría lugar a "un importante aumento" de las tarifas eléctricas, "lo que agravaría el problema de la pobreza energética, reduciría la competitividad de la economía y limitaría la electrificación de la demanda energética".

Bogas sostiene que para alcanzar los objetivos de la descarbonización en el año 2050 será necesario llevar a cabo "de manera gradual" el cierre de las centrales térmicas y alargar la utilización de las centrales nucleares. Para anticipar el cierre de las nucleares se hará obligatoria la construir nuevas centrales de gas para no sufrir problemas de abastecimiento energético, lo que supondría incrementar "de manera muy relevante" las emisiones totales de CO2 del sistema eléctrico, haciendo "imposible" conseguir los objetivos de la Cumbre del Clima de París.

Bogas considera necesario un Acuerdo de Estado por la Energía que incluya un plan para que la transición hacia un sistema plenamente descarbonizado "se haga en condiciones de seguridad energética y competitividad económica".

A este respecto, el presidente de Endesa, Borja Prado que afirmó el compromiso "muy exigente y ambicioso" del grupo de que en el horizonte de 2050 su sistema energético sea neutro en materia de emisiones, consideró que todos los agentes del sector tienen "la obligación" de sentar las bases del futuro energético. Desde su punto de vista son "comprensibles" las políticas "en uno u otro sentido", pero rechaza que los intereses cortoplacistas al respecto "pongan en riesgo la estabilidad futura del sistema".

Inversiones

Por otra parte, Bogas destacó ante los accionistas el esfuerzo inversor de Endesa en España desde 2010, con alrededor de 8.000 millones de euros. Hizo especial hincapié en la adquisición de hasta el 100% de Enel Green Power España, una operación que sitúa a la compañía en una situación de vanguardia, con 91 instalaciones y 1.706 megawatios, para aprovechar la oportunidades de crecimiento en energías renovables.

La Junta votó además el reparto de un dividendo total de 1.411 millones correspondiente al ejercicio 2016. Otros 7,62 millones del resultado del ejercicio se destinan a remanentes.