Hace 27 años asumió las riendas de una empresa en quiebra y levantó un imperio. El esfuerzo, tesón y disciplina de Alfredo Alberto Hernández, presidente del Grupo Ganaderos de Fuerteventura, merecen reconocimiento, uno más en la larga lista de galardones que atesora la compañía. Ayer, recibió el premio a la Mejor Empresa Familiar Canaria 2017, otorgado por la Asociación de la Empresa Familiar de Canarias (Efca), presidida por Carmen García Pascual.

Arropado por familiares, entre ellos su esposa Consuelo Pérez Hernández y sus hijos Celia -diputada nacional del PP-, Alfredo y Esteban, así como empresarios isleños y diversas autoridades, Alfredo Alberto, visiblemente emocionado, recibió la distinción de manos del presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo, por su gestión al frente de esta sociedad, que rescató de la ruina.

En febrero de 1990 Alberto (Betancuria, 1951) entró a formar parte de la Sociedad Agraria de Transformación Ganaderos de Fuerteventura con el 33% del accionariado, el mismo porcentaje afrontó el Cabildo majorero y cuatro socios más aceptaron la participación restante.

En aquel momento la empresa atravesaba serias dificultades, pero Alfredo Alberto no se amedrentó y adquirió la deuda de 246 millones de pesetas (1,48 millones de euros) que arrastraba la industria, que tenía tan sólo tres trabajadores y los ganaderos llevaban varios meses sin cobrar.

Con "enormes sacrificios" y robando muchas horas a su familia, ha sacado adelante una empresa que tiene garantizado el relevo generacional con sus hijos varones Esteban y Alfredo, cuya implicación da continuidad a la gestión de su padre. El primero en el grupo matriz y el segundo al frente de Maxoagro, constituida en 2009 y dedicada a la comercialización de piensos y forrajes, especialmente enfocada a mejorar la calidad de la alimentación para animales, con una política que ha permitido regularizar a la baja los costos en la alimentación del ganado en la isla y acabar con los elevados precios de las materias primas, que hacían insostenible la pervivencia del sector. Maxoagro es una de las filiales del grupo, que también cuenta con Caprino Tesjuate SL y Ganadería Vega Vieja.

El patriarca de la sociedad familiar, artífice de la pujanza de la mercantil, tiene muy buenas expectativas para este año y augura que el volumen de negocio del grupo, que dispone actualmente de alrededor de 120 empleados, aumentará hasta los 15 millones de euros, por encima de los 13,7 millones que facturó el pasado año. Igualmente, las cifras positivas se trasladarán a Maxoagro, donde se prevé alcanzar los cinco millones de euros, frente a los 3,5 millones anotados en 2016.

El grupo posee cinco explotaciones en Fuerteventura con unas 4.000 cabezas de ganado y recoge leche en 50 explotaciones más entre Fuerteventura y Lanzarote. Sus productos han logrado infinidad de premios nacionales e internacionales. Entre otros, el holding obtuvo en 2004 el Premio Especial a la Mejor Empresa Alimentaria Española en Desarrollo Rural. Su premio más reciente se les concedió esta misma semana, pues Maxorata, queso curado y untado en pimentón, ha sido elegido Mejor Queso de España en la octava edición del Campeonato Gourmet de Quesos, celebrado en Madrid.

El último galardón, con motivo de la segunda edición del premio a la Mejor Empresa Familiar, recompensa el trabajo de Alfredo Alberto y de su esposa, a quien, el empresario agradeció, con la voz entrecortada, su apoyo incondicional y sus palabras de aliento en los momentos complicados. Además de elogiar la actuación de cada departamento de la empresa, cuyo compromiso y responsabilidad resulta "clave" para el éxito del grupo. "Siento un inmenso orgullo de ser capitán de tan extraordinario equipo", destacó el empresario.

Antes de que se conociera el fallo del jurado, intervino la presidenta de Efca, Carmen García, que subrayó que estos premios persiguen poner en valor el papel de las empresas familiares en el Archipiélago, en tanto que en Canarias este tipo de negocios suponen el 89,5% de las sociedades anónimas y limitadas. Nueve de cada diez empresas en las Islas son familiares y generan 266.576 puestos de trabajo, un 80,6% de los empleos privados, 15 puntos por encima de la media nacional.

El principal reto de estas entidades es la sucesión, ya que el 70% no llega a la segunda generación y de ellas el 20% llega a la tercera. "Tenemos que estar preparados", afirmó García, consejera delegada del Grupo Montesano, quien señaló que para la empresa familiar lo más importante es mantener el empleo y "esto es a costa de perder competitividad y rentabilidad".

El presidente regional, Fernando Clavijo, valoró la cultura del esfuerzo de las empresas familiares, que "sustentan parte del estado de bienestar y generan economía y empleo".

El presidente de Cajasiete, Fernando Bergé, aseguró que su patrocinio a estos premios "forman parte del compromiso con el progreso económico y social". Mientras que el empresario Clemente González, fundador, propietario y presidente del Grupo Alibérico, ofreció una ponencia donde resaltó "el valor fundamental de las personas para que las empresas alcancen el éxito".

Unas 150 personas acudieron al acto en el Auditorio Alfredo Kraus, entre ellos los consejeros de Economía y Hacienda, Pedro Ortega y Rosa Dávila, respectivamente; el presidente de CEOE-Tenerife, José Carlos Francisco; la exvicepresidenta de la ZEC, Milagros Luis Brito; y Jorge Rodríguez, de CC.