El Consejo de Ministros aprobó ayer la remisión a la Comisión Europea del Programa de Estabilidad Presupuestaria de España para el periodo 2017-2020, que incluye una previsión de un crecimiento medio del 2,5% hasta 2020, una senda de reducción de la tasa de paro que lo sitúa en el 11,2% para el año 2020 (ahora está está en el 18,7%) y adelanta al año 2019 la consecución del objetivo de los 20 millones de ocupados.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, destacó que se trata de previsiones "prudentes" y "realistas" que mantendrán a España "a la cabeza del crecimiento entre los países desarrollados" y permitirán situar el déficit público por debajo del 3% en 2018 con superávit primario.

La actualización del cuadro macroeconómico para el periodo 2017-2020 recoge una revisión de dos décimas al alza del crecimiento de la economía española para este año, pasando del 2,5% al 2,7%, y un crecimiento del 2,5% en 2018, que se moderará al 2,4% en 2019 y 2020.

De Guindos resaltó que tras la "ligerísima desaceleración" registrada en la segunda parte de 2016, el 0,8% de alza del PIB del primer trimestre de este año muestra que la economía "se vuelve a acelerar y vuelve a coger tracción".

"La economía española se está acelerando", resaltó el ministro basándose en las proyecciones internacionales y los indicadores económicos, y ante un crecimiento trimestral anualizado superior al 3%, "una inercia que se va a mantener en los próximos trimestres" y permite elevar al 2,7% la estimación "muy cauta" y "muy prudente" de crecimiento para 2017.

En ese sentido, De Guindos hizo hincapié en el cambio del modelo de comportamiento de la economía española, con un patrón de crecimiento "más equilibrado y sostenible", que ha pasado de ser un modelo basado en el endeudamiento, el crédito y la construcción durante los años de la burbuja inmobiliaria, a uno caracterizado por la competitividad, el sector exterior y en la capacidad de ahorro y la innovación.

En concreto, apuntó que se registra un patrón "equilibrado" en la demanda interna y externa, ya que en la actualización del cuadro macro la aportación de la demanda nacional se reduce en seis décimas, hasta el 2,2% este año, y se estabilizará en 2,1 puntos los siguientes tres ejercicios. El consumo privado este año será del 2,6%, y bajará en una décima cada ejercicio los tres años sucesivos.

"El consumo privado sigue robusto como consecuencia de las previsiones de creación de empleo, las condiciones financieras y la mejora de la confianza", destaca el Gobierno. Estos factores permiten a su vez mantener el dinamismo de la inversión, en especial, la destinada a bienes de equipo, que crece a tasas del 4% al final del periodo. A su vez, la demanda externa aportará al crecimiento por segundo año consecutivo en torno a 0,5 puntos, gracias al tirón de las exportaciones (+5,5%), en paralelo al de las importaciones (+4,3%).