Bajo el lema No hay excusas. A la calle, miles de personas se manifestaron ayer en Canarias con motivo del Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo, para exigir derogar la reforma laboral y subir los salarios. "La movilización irá a más", advierten los sindicatos, que no descartan convocar una huelga general para recuperar los derechos y libertades perdidos durante la crisis, acabar con la precariedad en el empleo y reclamar que la recuperación económica se traduzca en la creación de puestos de trabajo y en la mejora de las condiciones de vida de las familias.

Ése es el principal mensaje que recorrió toda España en las 73 manifestaciones convocadas por los sindicatos a fin de reivindicar a la patronal un pacto salarial y al Gobierno la derogación de las reformas laborales que permitan tener salarios y empleos dignos. De lo contrario, la negociación colectiva se va a convertir en un "calvario" para los empresarios. "Hay que repartir la riqueza vía negociación colectiva", dijo en Madrid el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.

"Llevamos dos años de crecimiento económico y ahora tiene que alinearse con las necesidades de las personas", aseguró el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, que demandó un auténtico plan de choque por el empleo, así como la puesta en marcha de una renta mínima para la erradicación de la pobreza y corregir las desigualdades.

Los sindicatos, que, además, celebran los 40 años de su legalización, apelaron a la unidad de la oposición para erradicar la corrupción.

Alrededor de 3.000 personas protestaron en Las Palmas de Gran Canaria, según fuentes de la Policía y de los sindicatos que organizaron la marcha, que partió del Parque de San Telmo hasta la Plaza de Santa Ana, mientras que cerca de 5.000 manifestantes acudieron a la cita en la Plaza Weyler hasta la plaza de Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife, indicaron fuentes sindicales. UGT, CCOO, Cobas, Fsoc y CUO encabezaron las movilizaciones, donde el ruido de tambores, silbatos y hasta bucios inundó las calles para hacer más visibles las reivindicaciones.

"La lucha es hasta la victoria", "violencia es no llegar a fin de mes", "resignarse es perder, luchar es vencer", "rebaja salarial para la patronal", "jóvenes parados, terrorismo de Estado", fueron algunas de las consignas que gritaron los asistentes.

"Es el momento de subir los salarios", aseguró el secretario general de UGT en Canarias, Gustavo Santana, tras la pancarta principal en la capital grancanaria en defensa del derecho de huelga y contra el paro y la pobreza.

Destacó que la patronal "tiene que tomar buena nota" de las movilizaciones y señaló que el incremento salarial debe estar en una franja entre el 1,8 y 3%. "Hay crecimiento en los datos macroeconómicos y eso tiene que traducirse en la economía real", aseveró.

"El Primero de Mayo es una fecha histórica, pero no vamos a ceder", avisó Santana, que resaltó que en el Congreso de los Diputados deben cambiarse las políticas y en ello juegan un papel relevante los partidos de izquierda.

La secretaria de CCOO en Gran Canaria, Esther Ortega, sostiene que "ya no hay excusas para modificar las políticas de austeridad que se están aplicando, ya no hay excusas para que el crecimiento económico se traduzca en mejoras para las familias y los trabajadores". Así, recordó que hay 30.000 familias en las Islas que no reciben ninguna prestación y 102.000 familias con todos sus miembros en desempleo. El Archipiélago arrastra una tasa de paro del 25%, 273.990 personas sin trabajo, por lo que "tiene que haber un cambio de rumbo en las políticas para generar empleo", apostilló.

Más del 90% de los contratos que se firman en las Islas son de carácter temporal y el 25% de ellos no llega ni a una semana, lamentó el líder regional de CCOO, Carmelo Jorge, en la capital tinerfeña, donde también criticó que los jóvenes están "instalados permanentemente en la precariedad" y sin oportunidades laborales, por lo que se ven "forzados a emigrar".

En ello coincidió Margarita García, pensionista, que lamenta que "los jóvenes sacan su carrera, pero se ven obligados a irse para trabajar". "Las empresas están explotando a los jóvenes con formación, he conseguido trabajos pero siempre malpagados, de 180 o 200 euros al mes", se queja Ivonne Canino en la marcha en la capital grancanaria. "La economía ha despegado, pero los salarios sufren cada vez más recortes", criticó José Ángel García. Unas filas más atrás, María Hernández clamó contra los derechos perdidos "por culpa de la crisis y por una sociedad que no se moviliza".

"Hay trabajo, pero con malas condiciones y te miran mal si no puedes hacer horas extras", afirmó Nauzet Arantegui, en desempleo, acompañado por su pequeño Enzo. Y es que "hay contratos por una hora o jornadas de hasta 12 horas, nos tratan como objetos", resaltó Carmelo Arvelo.

Varios políticos acudieron a ambas movilizaciones. Por ejemplo en Las Palmas de Gran Canaria se pudo ver a Sebastián Franquis, Juan Jesús Facundo y Lourdes Armas, del PSOE; Meri Pita y Noemí Santana, de Podemos; y el comisionado por la Inclusión Social y la Lucha contra la Pobreza del Gobierno de Canarias, Santiago Rodríguez. En la capital tinerfeña asistieron las socialistas Patricia Hernández y Marián Franquet.