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La mala gestión y el lastre del Pastor, claves del fracaso

Hace solo un año, el Popular acometió una ampliación de capital de 2.500 millones de euros que registró una sobredemanda del 36%

El Banco Popular valía ayer un euro. Los expertos se preguntaban qué fue de los 2.500 millones captados en la ampliación de capital cerrada hace justo un año y cuyo anuncio explicitó los graves problemas que acuciaban a la entidad. A aquella operación le sobraron novias, la sobredemanda alcanzó el 36%. La mala gestión del anterior presidente, Ángel Ron, y el enorme lastre de los activos improductivos, calculados en 15.000 millones de euros, muchos adquiridos con la compra de Banco Pastor, son dos de las claves principales para entender la debacle.

Z La ampliación

Los accionistas de Banco Popular perdieron ayer todo el dinero invertido. Las ansias por formar parte de la entidad de hace un año recuerdan a la solvencia con que Bankia superó la oferta pública de venta (OPV) de acciones en su salida a bolsa del verano de 2011. Menos de diez meses después se supo que el maquillaje de las cuentas propició ese éxito. ¿Ocurrirá de nuevo? La abogada especializada en el sector financiero María Luisa Rodríguez no lo descarta. "Un banco no se va a pique de un año a otro", sostuvo ayer. Con un matiz, introducido por el socio director de Pharum Capital, José Ignacio González, quien recordó que en el caso de Bankia la empresa auditora "reconoció que lo hizo mal", es decir, que dio por buenos unos números que no eran los reales. Tampoco está descartado que eso pueda volver a ocurrir. Está en ciernes un nuevo caso estrella en los juzgados. Los accionistas intentarán recuperar en los juzgados su capital.

Z Existen las dudas

Ese éxito en la millonaria captación de junio de 2016 no está exento de sombras de duda. Se reiteró la mala praxis de poner en manos de la fuerza comercial todo el arsenal y se la presionó para cubrir los objetivos, lo que terminó por trasladarse esa insistencia a la clientela, a la que se le aseguraban altas rentabilidades y seguridad de un valor que ayer se diluyó hasta la nada. Además, se vinculó la concesión de financiación a la obligación de destinar parte de esta a la adquisición de títulos de la entidad.

Z Malas prácticas

"Me preocupa que no hayamos aprendido nada", expuso José Ignacio González sobre la actitud mantenida por los rectores del Popular, y hasta los directores de oficina, negando hasta última hora la gravedad de la situación; "al final se ha salvado la quiebra por poquito", indicó. Continuando con la reiteración de errores pasados, lo que nadie se atrevió a negar ayer es la presencia de una alta toxicidad residiendo bajo las alfombras en lugar de en los balances, a la vista de todos.

Z Especulación o despiste

Renta 4 mantenía al Banco Popular como "no invertible", explicó el director de dicha entidad en Las Palmas, Mariano Sanginés. Por su parte, José Ignacio González señaló que a estas alturas, quien se mantenía en el banco, "o estaba muy despistado, o estaba especulando". La alta rentabilidad que ofrecía por algunos depósitos (2%), cien veces mayor a la actual del mercado, hablaba a las claras de la urgencia por conseguir liquidez como fuera.

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