Los ciberdelincuentes perpetran cada día en Canarias una media de ocho delitos. Delitos contra la propiedad industrial o intelectual, de descubrimiento o revelación de secretos, ataques informáticos, de acceso ilegal a la información de ordenadores particulares y un largo etcétera en el que figuran con el mayor número de infracciones penales los distintos tipos de estafa, con casi 1.700 casos solo el año pasado.
Los llamados ciberdelitos, aquellos que se cometen a través de internet, se incrementaron en 2016 en todo el país un 11% en relación con las cifras de 2015, hasta sumar un total de 66.586. En 2011, esos cerca de 67.000 cibercrímenes solamente eran 37.412, de modo que prácticamente se duplicaron en solo cinco años. Los datos suministrados por el Ministerio del Interior, que dirige Juan Ignacio Zoido, revelan que de ese total, hasta 2.934 casos se denunciaron en la Comunidad Autónoma, unos 245 cada mes y alrededor de ocho cada día. Hay que puntualizar, eso sí, que a diferencia de en el conjunto de España, en el Archipiélago la cantidad de infracciones penales no aumentó en el último año, sino que se mantuvo estable en torno a las 3.000. El crecimiento sí resulta notable si se pone la lupa sobre las cifras de, por ejemplo, 2013, cuando el número de denuncias era un 36,4% inferior, exactamente 2.151.
Las investigaciones de la Policía Nacional y de la Guardia Civil para dar con los ciberdelincuentes desembocaron el año pasado en las Islas en las detenciones de 316 personas, seis detenidos más que en 2015. En el otro extremo, el de las víctimas de quienes perpetran sus delitos por medio de la red de redes y de las nuevas tecnologías, estas fueron muchísimas más, hasta 2.556. Más de dos millares de víctimas de la cibercriminalidad entre las cuales hay 131 mayores de 65 años e incluso 149 menores de edad.
La mayor preocupación de los agentes de la Policía y de la Benemérita especializados en esta ya no tan novedosa forma de delinquir son las estafas. Fueron exactamente 1.696 las estafas cometidas en Canarias a lo largo de 2016 valiéndose de internet, de las que 853 fueron estafas con tarjetas de crédito, de débito o cheques de viajes y 270, otro tipo de estafas bancarias. A un número de denuncias relevante dieron también lugar las amenazas en la red, un total de 722; las coacciones, que sumaron 126 casos; los delitos de usurpación del estado civil, que llegaron a 97; los de descubrimiento o revelación de secretos, que desembocaron en 68 denuncias; las injurias en internet, de las que se contabilizaron 63 infracciones; y los ataques contra equipos informáticos y accesos ilegales a información, que sumaron 89 casos. Menos numerosos pero más vituperables son los tres sucesos relacionados con abusos sexuales, los cinco de acoso sexual, la docena de cibercrímenes por corrupción de menores y/o incapacitados y los 21 por pornografía de menores.
Los datos de ciberdelincuencia en el Archipiélago que maneja Interior son incluso más preocupantes si se repara en el número de sucesos que consigue esclarecerse, es decir, el número de casos en que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado logran identificar al responsable o a los responsables de la infracción penal. No en vano, ni siquiera la mitad de los hechos denunciados el año pasado en la Comunidad Autónoma se ha resuelto de forma satisfactoria. En cifras, de los 2.934 sucesos acaecidos en las Islas en 2016, o que dieron lugar a denuncias en las Islas, el Ministerio que lidera Zoido considera efectivamente esclarecidos o resueltos solamente 1.176.
En otras palabras: un 60%, esto es, 60 de cada cien o seis de cada diez, permanece sin dilucidar. Con todo, el porcentaje es incluso más alto a nivel nacional. En el conjunto del país, de los 66.586 cibercrímenes contabilizados por Interior el último año, apenas 20.453 están ya cerrados, o lo que es lo mismo: la friolera de 46.133 siguen sin esclarecerse, es decir, casi un 70%, siete de cada diez.
En el particular ranking por regiones, Canarias ocupa la séptima posición tras Andalucía, donde la cifra de ciberdelitos llegó en 2016 a 13.052; la Comunidad de Madrid, con 10.564 casos; la Comunidad Valenciana, con 9.043 infracciones penales; Castilla y León, con 4.682; Galicia (4.561); y Castilla-La Mancha (3.184).
Los datos de Interior también permiten trazar el perfil tipo del ciberdelincuente que actúa en la región, que se identifica con el de un hombre joven, en concreto de entre 26 y 40 años de edad, y de nacionalidad española. De hecho, de esos 316 detenidos en la Comunidad Autónoma el último año, la gran mayoría, 286, son españoles, mientras que en la treintena restante solo hay seis italianos, tres brasileños, tres colombianos y tres cubanos como las otras nacionalidades con más detenidos e investigados, siempre según la estadística oficial.