Los bancos rechazan o ignoran el 88% de las reclamaciones por las cláusulas suelo, ya que solo el 12% de los hipotecados ha obtenido una oferta económica por parte su entidad bancaria en el primer semestre, según la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de España (Adicae). Así se refleja en el Observatorio de Seguimiento y Vigilancia de la asociación que presentará al Banco de España y a los organismos competentes, donde "se pone de manifiesto el absoluto boicot de las entidades financieras", explica Adicae.

Entre las prácticas llevadas a cabo por las entidades financieras están los ingresos parciales de las cantidades que el banco estima -siempre a su favor- sin realizar ninguna oferta previa o la denegación sistemática de reclamaciones sin especificar un motivo. También, el mantenimiento de la cláusula suelo en los préstamos de las hipotecas aludiendo transparencia o la solicitud como requisito a los afectados para realizar la reclamación de documentación de sus hipotecas, pese a no ser necesario y a sabiendas de que a muchos no les fue entregada.

Entre las entidades con mayor número de rechazo de reclamaciones se encuentran Ibercaja, que ha denegado el 96% de las solicitudes, seguida de Caja Duero, que ha rechazado hasta el 88%, y Banco Popular, el 75% de los casos, siempre según los datos de esta asociación.

Un decreto del Gobierno central generó un mecanismo para la resolución extrajudicial de las reclamaciones, que se dispararon cuando en diciembre del pasado año el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) señaló la obligatoriedad de que las entidades devolvieran a sus clientes todas las cantidades cobradas de más en virtud de las cláusulas suelo.

El Ejecutivo trataba de esa manera de evitar un colapso en los órganos judiciales. A pesar de ello y a la vista de los datos expuestos ayer por Adicae, se explica la necesidad de crear juzgados especiales para resolver estos casos. Cada entidad ha seguido una política distinta. Bankia optó por la devolución prácticamente inmediata, mientras otras afirmaron que no lo harían por estar seguras de que la comercialización de sus hipotecas contó con toda la transparencia que se requiere.