Ombuds Seguridad registró unos ingresos de 140 millones de euros en el primer semestre de 2017, lo que supone un aumento del 20% con respecto al mismo periodo del año anterior, según ha informado en un comunicado. Los hitos más importantes han sido la adjudicación de los contratos de la seguridad física de Metro de Madrid y de Renfe en Cataluña, así como de 15 centros comerciales. Estos contratos aglutinan a más de 500 vigilantes de seguridad y representan una facturación anual adicional de 25 millones. La compañía prevé cerrar el año con una facturación de 300 millones y un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 17 millones. JZI y Carlyle, inversores de referencia de la compañía, y la familia Cortina respaldan el crecimiento orgánico de Ombuds Seguridad, que ha asumido Castellana de Seguridad (Casesa) y prepara nuevas operaciones corporativas.