Alberto Trejo apenas tuvo tiempo para disfrutar de los primeros instantes de vida de Joel, su primer hijo, que ahora cuenta seis años. Solo pudo coger un par de semanas de baja por paternidad, un periodo "más que insuficiente" para compartir tiempo con el pequeño. El 31 de mayo, cuando nació Mateo, su segundo vástago, las reglas del juego habían cambiado. Trejo, operario en una compañía envasadora de aguas, estuvo junto a su recién nacido cuatro semanas. Un mes en el que pudo "conectar" con el pequeño: lo bañaba, le cambiaba el pañal, lo acunaba entre sus brazos para que el niño se durmiera... Trejo fue uno de los 4.296 trabajadores canarios que solicitaron la prestación por paternidad entre enero y junio de este año. Esta cifra sitúa al Archipiélago a la cabeza del número de solicitudes, ya que con respecto al primer semestre del ejercicio anterior crecen un 6,36%.
El 1 de enero de este año entró en vigor la ampliación de paternidad de 13 días a cuatro semanas, una medida que estuvo congelada casi una década. En 2008, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno central, se aprobó la extensión del permiso por ser padre dentro de la ley orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Esta iniciativa contó con los votos a favor de los todos los partidos representados en la Cámara baja salvo el PP, que se abstuvo. Sin embargo, este proyecto no contó con respaldo presupuestario hasta el pasado año. Trejo, pese a que recibió de buen grado las dos semanas de más con las que contó en comparación con su anterior experiencia, considera que también se trata de un tiempo escaso porque "se pierden muchas cosas durante los primeros meses de vida del bebé" y porque aún queda lejos la igualdad efectiva.
Segundo año de incremento
PP y Ciudadanos llegaron la semana pasada a un acuerdo por el que los padres de los niños que nazcan a partir del 1 de enero de 2018 puedan beneficiarse de siete días más de baja. El pacto, que se enmarca dentro de las negociaciones para la aprobación de las cuentas estatales del próximo ejercicio, conlleva que la suma de los permisos por maternidad y paternidad abarquen 21 semanas, pues las madres cuentan con 16. De cumplirse este compromiso, sería el segundo año consecutivo en el que se incrementan los días por baja paternal.
Entre enero y junio del año anterior, 4.039 empleados solicitaron este permiso en Canarias, 257 menos de los que lo pidieron en ese mismo tiempo durante este ejercicio. Tras las Islas, Baleares es la región donde se produce un mayor incremento de peticiones de esta prestación al registrar un alza del 4,36%, según datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. En el conjunto del país, el número de este tipo de procesos alcanzó durante el primer semestre los 122.183, apenas un 0,05% más que en el mismo periodo del año anterior.
El aumento de permisos de paternidad en el Archipiélago se refleja también en el gasto efectuado para cubrir esta prestación. Así, en el primer semestre de este año se destinaron 5,54 millones de euros, un 91,08% más que entre enero y junio de 2016. En todo el país el gasto alcanzó los 182,23 millones, un 78,18% más que en el primer semestre del pasado ejercicio.
Pese a que los sindicatos valoran de forma positiva este avance, señalan que aún es insuficiente. Esther Martín, secretaria de Acción Sindical de Comisiones Obreras (CCOO), denuncia que incluso con este aumento en el permiso de paternidad, el país seguirá en la cola de la igualdad efectiva de toda Europa. Bulgaria está a la cabeza con las 56 semanas para padres y madres. Noruega, con 56 semanas para ellas y 10 para ellos, le sigue los talones. La diferencia con España, según apunta Martín, es abismal.
Las bajas paternales aparecieron en escena en nuestro país en 2007, si bien antes de ese año podían compartir con las madres parte de su prestación. Quedan fuera de estos procesos las seis semanas de descanso obligatorio que tienen que coger las mujeres tras el parto. De las 4.677 bajas por maternidad que se registraron en Canarias hasta junio, solo 73 correspondieron a varones.
La brecha entre las solicitudes de maternidad y paternidad se ha ido reduciendo. En los primeros seis meses de 2016, hubo 698 bajas más de féminas que de hombre. En el mismo periodo de este año, esa diferencia se reduce hasta los 381 procesos.
"Esperamos que el incremento de este permiso sea obligatorio, puesto que puede aparecer la picaresca y, por tanto, haya trabajadores que no se acojan a esta prestación por miedo a las represalias", expone Martín. La secretaria de Acción Sindical de CCOO también apunta a que esos días de más con los que podrían beneficiarse los padres deben ser intransferibles. "Si queremos que aumenten las tasas de natalidad hay que incrementar la baja por paternidad", recalca.
La visión de la técnica de Políticas Sociales de UGT, Miriam Montesdeoca, se sitúa en esta línea. A su juicio, esta medida "es un parche", pues aún deja fuera del alcance el objetivo de equiparar los permisos de paternidad y maternidad en 16 semanas. "La corresponsabilidad en la crianza parte también de esta base", asegura. Respecto a los cheques guarderías -otra de las medidas que recoge el pacto entre PP y Ciudadanos para reducir el coste de la escuela infantil para las familias con hijos entre los cero y tres años-, Montesdeoca opina que también se trata de un parche, ya que vaticina que esa ayuda "no llegará a todos por igual" y tampoco tendrá repercusión en la natalidad.
La Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción entiende, por su parte, que pasar de cuatro a cinco semanas se trata de una "ampliación tramposa". Para este colectivo, "sigue siendo un objetivo obsoleto" lograr que sean cinco semanas las que disfrute el padre por tener un hijo, pues se trata, a su juicio, de una "política populista a costa del dinero público" y que va en contra de los intereses de los progenitores y menores. La plataforma ya denunció en su momento que la reforma de ampliación anterior era "insuficiente" y estaba "mal diseñada" porque no permite a los padres reservar una parte de su permiso para relevar a la madre cuando ésta se reincorpora a su puesto de trabajo.