El consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento, Pedro Ortega, ha asegurado este martes que el Gobierno de Canarias apuesta por el uso de las energías renovables, y ha apostado por construir la regasificadora de Granadilla, en Tenerife, como paso para llegar a ellas.

Pedro Ortega, que ha comparecido en comisión parlamentaria a petición de Nueva Canarias para hablar de la citada regasificadora, ha reconocido que la construcción de esa instalación "está en manos" del Ministerio de Industria, una vez que la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia ha emitido un informe en el que dice que es inviable económicamente.

El consejero ha recordado que se trata de un informe preceptivo pero no vinculante, y solo ha obtenido el apoyo del grupo Nacionalista Canario, que sustenta al gobierno regional y cuya portavoz, Socorro Beato, ha destacado que se trata de elegir entre el gas y el petróleo como energía de acompañamiento hasta que las energías renovables se utilicen de manera mayoritaria.

El portavoz de Nueva Canarias, Román Rodríguez, ha dicho que la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) también señala en su informe que el uso del gas ha bajado mucho en la Península y que en 2017 no se pueden aplicar criterios energéticos de 2008, así como que no hay garantías de que se compre el gas que salga de la planta de Granadilla.

Román Rodríguez ha asegurado que se trata de una instalación obsoleta y ha pedido al consejero que rectifique de llevar a cabo algo que hace veinte años "tenía sentido" y que en su opinión, incluso los promotores "se echarán atrás".

El portavoz de Nueva Canarias ha afirmado asimismo que el gobierno español no podrá aprobar la construcción de esa planta sin un informe económico, pues es algo que se exige por ley, y mientras que el consejero ha insistido en que hay que elegir entre gas o petróleo, Román Rodríguez ha señalado que la elección es entre combustibles fósiles y energías renovables.

Ahorro energético

El consejero ha reiterado que el Gobierno de Canarias apuesta por el uso de energías renovables para que en 2025 supongan el 45 por ciento de la potencia instalada, y ha agregado que el ejecutivo también apuesta por el ahorro energético.

Pedro Ortega ha dicho asimismo que, según un informe de la Universidad de La Laguna, si la planta de Granadilla se hubiera construido 2009 con un presupuesto de 260 millones de euros, se habrían ahorrado desde entonces 50 millones de euros cada año en la compra de petróleo y además no se habrían emitido 400.000 toneladas anuales de CO2.

El consejero ha señalado que el gobierno regional tiene un borrador de una estrategia energética para Canarias, de forma que no apuesta por un sistema en cada isla sino por uno de ámbito regional.

En cuanto al informe de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, el consejero ha comentado que la Comisión Nacional de la Energía, que era su predecesora, emitió dos informes favorables.

El diputado del grupo Mixto Jesús Ramos ha opinado que el gas no debe ser el objetivo sino una vía de transición hacia las energías renovables, y ha pedido diálogo con las administraciones de Gran Canaria, que se oponen a una instalación de ese tipo en la isla, de forma que no se imponga su construcción.

Francisco Déniz, de Podemos, ha cuestionado que la instalación y el uso del gas tenga un carácter provisional, y ha afirmado que su utilización es cada vez menor en el territorio continental, de forma que se cierran plantas.

La diputada del grupo Popular Astrid Pérez ha recordado que la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia ha considerado inviable económicamente la planta de Granadilla y ha recordado que la decisión final depende del Ministerio de Industria.

Gustavo Matos, del grupo Socialista, ha opinado que hay dudas razonables acerca de que el uso del gas sea una buena opción como energía de respaldo de las renovables, y ha considerado que el gobierno canario ha renunciado a tener un único modelo energético para el Archipiélago.