La plataforma de transporte compartido Uber desveló una filtración cibernética que la compañía había mantenido en secreto hasta hoy y que en 2016 afectó a los datos personales de 57 millones de sus usuarios y conductores en todo el mundo. Entonces optó por pagar 100.000 dólares a los hackers para que eliminaran los datos y mantuvieran silencio sobre lo ocurrido, pese a tener obligación legal de informar. Uber informa que ha despedido a dos empleados responsables.