Canarias es un destino turístico muy barato y con una planta obsoleta. A pesar del record turístico de los últimos dos años, difícil de repetir, Canarias adolece de poca inversión en la renovación de las instalaciones y alojamientos y en actualizar las estrategias para adaptarlas a las demandas de los mercados emisores de turistas. Esa coyuntura "tiene que hacernos darnos cuenta de que tenemos que cuidar nuestro producto" y apostar por mejorarlo en el horizonte de los diez próximos años para asegurar que no se produzca un retroceso del sector e impulsar un aumento de los beneficios que genera, ha sostenido Javier García-Mateo, socio de la consultora Deloitte, en una jornada de debate con el sector que ha protagonizado en Las Palmas de Gran Canaria organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).

La inversión extranjera en el sector hotelero español va en aumento. Según los datos facilitados por García-Mateo, en este año las operaciones de compraventa en el sector turístico suman los 3.000 millones de euros, de los que cerca de 700 millones se han producido en Canarias, lo que supone un 27% del volumen total. De esta forma una cuarta parte de la inversión extranjera en los grupos hoteleros españoles se produce en Canarias. El 57% de esta inversión afecta a establecimientos ubicados en la isla de Tenerife.

Javier García-Mateo ha asegurado que la conveniencia de rehabilitar hoteles es aún mayor en Canarias, donde la rentabilidad de esos establecimientos es "la más baja, con bastante diferencia", del país y podría mejorar con unas actuaciones que posibilitarían subir las tarifas entre un 40 y un 50%. Afrontar ese reto es una tarea que no se debe demorar para aprovechar el buen momento del negocio turístico que viven las islas, donde "2015 y 2016 han sido unos años absolutamente históricos y difícilmente repetibles" para el sector, favorecido por una situación en la que se ha visto beneficiado por el retroceso de destinos competidores menos seguros, como Egipto y Turquía.

Sin embargo, el socio de Deloitte advirtió que la situación de inseguridad de los principales competidores de Canarias "no va a durar toda la vida" y una recuperación de estos destinos puede suponer una caída del turismo en las Islas de 20 puntos porcentuales. Según García-Mateo, los turoperadores no desvían turistas a esos destinos porque no se quieren arriesgar antes los nuevos atentados habidos en Egipto, por ejemplo, pero lo harán desde que puedan.