El Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte a China de la existencia de "tensiones" en varias áreas del sistema financiero del país, donde las políticas del Gobierno para mantener en pie empresas no viables entran en conflicto con la estabilidad de la banca al generar una expansión crediticia sustancial que ha dado lugar a un endeudamiento y apalancamiento corporativo y de los hogares muy elevado. La demanda de productos de inversión de alta rentabilidad junto con el fortalecimiento de la supervisión del sector bancario ha producido un arbitraje regulatorio y el crecimiento de los vehículos de inversión cada vez más complejos. "Los créditos de más riesgo se han movido a la parte baja del sistema, lo que dificulta su control y se presentan como un desafío", asevera el documento. Dada la creciente complejidad del sistema bancario, el FMI recomienda un aumento "gradual" y "específico" del capital bancario.